Aysel sufre al saber que él lobo que ama es él compañero destinado de su hermana adoptiva, sin embargo, todo cambia cuando una semana antes de la ceremonia y que regresé Lyon, ella huye con su amante. Lyon regresa antes de lo previsto y se encuentra con la noticia que su futura Luna a huido, el dolor y la rabia de la traición lo enceguece y lo único que quiere descargar su furia en lo único que queda de ella, su familia. Aysel sufre con Lyon, sin embargo, no puede permitir que su familia pague por una culpa que no es de ellos, y sabiendo que la Diosa tal vez no escuche su plegaria por la marca que cubre su rostro, ella implora misericordia para sus padres. Para su fortuna la Diosa la escucha y sin poder creerlo ahora ella se convertirá en la Luna de Remplazo.
Leer másDentro de la oficina del aserradero, Uzziel le hablaba a Lyon de los últimos chismorreos que corrían por los rincones de la manada. —Dicen que para que la aceptaste si no pensabas marcarla, hasta aseguran que la vas a echar de la manada como lo hiciste a Radolf, otros que la odias y algunos que te da asco tocarla —Lyon apartó los ojos de los papeles que estaba revisando para ver a su amigo —no me mires así, solo te digo algunas cosas que se dice a las espaldas de Aysel. —Eso nunca, Aysel es mi compañera, y no pienso echarla de la manada, es mía y de nadie más, pero ella prefiere estar con mi hermana antes de cuidar de mi…—dijo un tanto molesto —todo el día se la pasan juntas, y a mí por las noches me ignora…—Pues tú le impusiste eso, dejaste a Feray a su cuidado…—Si, pero ella no me da ni una señal para que pueda entrar a su habitación, fíjate lo que paso hace dos noches… Inició del recuerdo —Es igual que valiente que mi hermano, verdad Aysel…—Si querida… tú hermano es un gran
Una semana después de la ceremonia de Luna, Lyon poco se acercaba a Aysel, podría decirse que la evitaba en lo posible, las únicas veces que lo veía en el día era a la hora del desayuno y en la cena, en esos momentos gobernaba el silencio, solo Feray hablaba de lo que iba aprendiendo en el huerto con ella, o de la escuela.Y cuando Lyon tenía que decirle algo referente de Feray se tomaba la molestia de entablar unas palabras, para él, ella se había convertido en la institutriz de su hermana.Una noche sintió como Lyon la deseaba, pero también la fuerza que ejercía para resistirse, así que le hizo las cosas más fáciles entro corriendo a su habitación, aun así espero que el entrara, espero con ilusión, pero toda ilusión acabo cuando escuchó como se alejaba de su puerta. Desilusionada se recostó en su cama pensando en si su plan algún día daría resultados. Unos rumores comenzaron a correrse por la manada, de que Lyon aun ni siquiera la había tocado, sabía de donde había surgido, antes
Aysel subió las escaleras en busca de Feray, antes que pudiera llegar a la habitación de la niña Emel se interpuso en su camino con una sonrisa de satisfacción, no sabía a qué se debía, si ella ya no trabajaba ahí, en su lugar estaría molesta, hasta triste, pero no era así, decidió ignorarla por completo, desde la última vez que hablaron ella se juró que nada que le dijera esa loba le afectaría. Intento pasar por un lado de ella, pero de nuevo Emel se puso en su camino. —Déjame pasar Emel —su tono de voz fue fuerte.—Oh si querida Luna —su voz denotaba cierta burla —aunque no debería llamarte así, Lyon aun no te marca —intento quitar su cabello para demostrar sus dichos, pero Aysel lo impidió tomando su brazo con fuerza.—No te atrevas a tocarme —dijo molesta Aysel que aventó el brazo de Emel —y no tolero tu falta de respeto, no debes llamar al alfa de tu manda por su nombre. —Si delante de todos puedo llamarlo Alfa Lyon, pero, en la intimidad de una habitación, en mi lecho grito s
Lyon no entendía porque había tanta familiaridad entre su compañera y su mejor amigo, después de todo, ambos nunca habían tenido una relación de amistad antes, solo se habían limitado a saludarse, no tenía por qué haber esa confianza, ni de hablarse de tú. Solo que ella se la diera por un motivo, no podía desconfiar de su amigo, aunque le gustara flirtear con las lobas, él nunca lo traicionaría de esa manera, nunca se le ocurriría tocar a su luna de reemplazo.Mejor debía concentrar sus energías en encontrar a la traicionera de Dilay, como odia recordar su nombre, sus labios, esos que alguna vez fueron suyo y ahora besaban a ese maldito que se la quito, solo quitándoles la vida lograría calmar el odio que sentía por su corazón herido.Le dio alcance a Uzziel cerca del área de entrenamiento. —¿Los lobos que salieron en busca de ella tiene una pista hacia donde fueron? —ya había pasado una semana que la hermana de Aysel había huido y no tenían una pista de ella, ni del maldito que se
Lyon entró a su habitación casi al amanecer esperando ver a Aysel en su cama, pero grande fue su sorpresa al verla vacía. Apretó los puños pensando lo peor, si su hermana se había atrevido a engañarlo aun diciendo que lo quería, tal vez Aysel lo hiciera, más cuando no había ningún sentimiento por él. Furioso toco la puerta de la habitación que le había asignado, al abrirla la encontró sentada en frente del espejo arreglando su cabello en una larga trenza. —¿Por qué no dormiste en mi cama? —preguntó un poco enfadado Lyon mirándola por el espejo, Uzziel tenía razón era bella, a pesar de la marca que cubría su rostro. Al notar Aysel que Lyon miraba fijamente su rostro, lo oculto con su cabello, como siempre desde que tenía memoria.—Simplemente porque no tenía deseos de hacerlo, después que se fueran las chicas me entro mucho cansancio que decide venir a mi cama a dormir —lo miró de arriba abajo por el espejo, aún estaba vestido con el traje, solo la Diosa sabía dónde había dormido de
En la manada todo era fiesta, jubilo por la ceremonia de Luna que se llevaría a cabo en cuanto la primera luna llena del mes saliera de entre las montañas. Aysel estaba rodeada por las lobas de la manada que le hacía cantos mientras le adornaba el cabello con pequeñas flores. Ella miró un momento al otro lado, donde Lyon había sido rodeado por los lobos de la manada que danzaban, como parte de la tradición de los antepasados. Era el lobo más hermoso que pudiera tener como compañero. Cuando los primeros rayos de la Diosa de la luna comenzaron a bañar el valle, los lobos y lobas comenzaron avanzar por el camino que llevaba a la gran piedra que estaba por fuera del árbol llorón, los canticos deseaban la felicidad de la pareja destinada y los aullidos que hacían los lobos machos eran de júbilo por su alfa. Cuando llegaron ante el lugar donde los esperaba la sacerdotisa del templo con una flor dorada en sus manos, la luna ya estaba en el punto alto del cielo, el momento de la unión habí
Los días se fueron volando, Aysel no había vuelto a cruzar palabra con Lyon desde que había llegado a vivir a su casa, cuando amanecía, él ya había salido de casa, y por la noche llegaba muy tarde, parecía que la quería evitar a toda costa, pero ella no se iba a dar por vencida, no era así, le haría saber que siempre la tendría. —Hoy es el gran día —dijo su madre cuando ingreso a su habitación —desde esta noche oficialmente serás la Luna de la manda luna azul. Aysel sonrió al espejo, su sueño se estaba haciendo realidad, desde el amanecer comenzó a escuchar las tradicionales competencias que eran en honor del Alfa, mientras las lobas elevaban canticos a la luna debajo de la ventana de la futura compañera, en ellos deseaban felicidad y fertilidad a la pareja que nacía ese día. —¿Cómo está mi padre? —preguntó Aysel, desde esa noche que Uzziel había ido por ella, no había salido de la casa de Lyon, por orden suya, así que no sabía nada de ellos. —Esta muy triste, por culpa de Dilay,
Las palabras de Lyon dejaron helada a Emel, que desvió la mirada a Aysel que permanecía en el mismo lugar.—¿Cómo es posible que ella tome el lugar de su hermana? —preguntó molesta y desconcertada —ella no puede ser tu Luna, no lo merece, es fea, por esa horrible marca en su rostro, no es digna de ti, tú mereces una mejor loba, piensa las cosas y toma otra que si… —de poco se acercó a Lyon, pero este la detuvo antes que pudiera tocarlo. —Ya está decidido, y no pienso ir en contra de los designios de la Diosa —anunció Lyon con voz fuerte y gruesa —ahora vete a tu casa, ya mi hermana no te necesita…—Pero Lyon, yo vivo aquí, soy la niñera de tu hermana, ella me necesita…—Desde esta noche Aysel vivirá aquí, y ella puede hacerse cargo de Feray, ahora vete y no me llames Lyon, soy el Alfa Lyon… —ordenó ya sin mirarla y subiendo a su habitación. Emel le hablo a su espalda, pero Lyon ya no la escucho, ni le prestó atención, lo único que quería era que se acabara ese maldito día. Emel inte
Horas antes.Lyon ingreso a su casa, no bajaba el fuego que corría por sus venas, nunca antes había estado en una situación que lo pusiera contra la espada y la pared, tener que aceptar a Aysel como pareja había sido lo más difícil a pesar que muy dentro de él, se manifestaba una extraña sensación. —Creo que has tomado la decisión correcta —dijo Uzziel que entró detrás de él.—Yo no estoy seguro del todo —replico molesto Lyon —pero no podía permitir perder mi lugar que por derecho es mío, menos con sabes quién queriendo mi lugar… —Yo creo que has ganado mucho con Aysel como compañera —dijo sinceramente Uzziel que recibió una mirada dura por parte de Lyon —tú solo veías a su prima, pero Aysel tiene mejores cualidades como Luna que Dilay. Lyon gruño al escuchar ese nombre, miró a su amigo con mucho coraje, parecía que no había entendido que no quería volver a oír ese nombre. —Te dije que no volvieras a decir ese maldito nombre —su voz denotaba el odio que había dentro de él —y ¿A q