6-De ahora en adelante serás mi musa...

—¿Qué te pasa? —Preguntó Dominik con él ceño fruncido—¿Por qué gritas así?

—La mataron, por mi culpa la mataron—Sollozo ella—La confundieron conmigo y por eso murió.

Es la primera vez que él escucha su voz, y a pesar de estar quebrada por el llanto le pareció tan suave como el terciopelo.

—Entonces, si puedes hablar—Suelta sus manos sin alejarse de ella y al notar el temblor de su cuerpo le dice—Fue una pesadilla, mejor cálmate.

—No fue un sueño, ella murió por mi culpa.

—Entonces olvídala, no sé de quién hablas, solo sé que no podemos hacer nada por los muertos, olvídate de ella y pasa la página.

—¿Cómo me pides algo así? —Lo miró con rencor—¿No tienes corazón?

—Claro que lo tengo, sirve para bombear sangre, no para guardar sentimientos inútiles... arrepentirte no te servirá de nada, no la vas a revivir con lágrimas.

—Eres un...

—Mucho cuidado con lo que vas a decir—La interrumpe, con una mirada intimidante, y se acercó tanto a ella, que la chica giró su rostro para evitar que sus labios se rozaran.

Al estar en esa posición, se percató del por qué ese hombre estaba en esa habitación a esas horas de la noche.

—¿Esa soy yo? —Inquiere sorprendida, al ver un lienzo junto a la cama, con el dibujo sin terminar de una mujer, durmiendo entre sábanas blancas, idénticas a las que la cubrían a ella.

—Si—Admite él, sin problema alguno—¿Te molesta que te utilice como inspiración?

—¿Tengo la opción de negarme?

—¿Tu qué crees? —Sonríe de forma desafiante—He decidido que, de ahora en adelante, serás mi musa, esa será tu forma de pagarme por todo lo que me debes—Toma un mechón de cabello de la chica, y gira levemente su cabeza mientras la mira con ojos penetrantes, detallando cada parte de su rostro.

—Se...—Traga en seco para poder seguir hablando—¿Te me podría quitar de encima?, me pone algo nerviosa.

Él se aleja, quedando sentado en el borde de la cama, y en la habitación se hace un silencio bastante intenso.

—¿Te gusta pintar?—Inquiere con inocencia, y él, responde con un gesto como diciendo ¿Tú qué crees?

—Ya no podré terminarlo—Se queja, poniéndose de pie.

—¿Por qué?

—¿No es obvio?, te dibujaba mientras dormías, y después de esa pesadilla, es muy poco probable que vuelvas a conciliar el sueño. Continuaré mañana.

—¿Te cuesta dormir por las noches?

—Por lo general no, solo cuando tengo una obra por terminar, y...—Deja una ceja erguida—Ya sé que puedes hablar, sin embargo, no recuerdo haber dicho que podías tutearme—Su expresión se vuelve seria—De ahora en adelante trátame de usted.

Ella asiente con la cabeza, y él se marcha sin decir más, dejando sus cosas en la habitación, el lienzo, la pintura, los pinceles y Nas, se levanta curiosa, para detallar de cerca aquello.

Se sintió extraña, por una parte, le resulta escalofriante saber que alguien la observa mientras duerme, y por otra, aquella pintura le parecía tan hermosa, tan realista.

No hay duda de que el hombre sabe capturar cada detalle con sus pinceladas. Resulta difícil de creer que alguien con un aura tan oscura, y con un aspecto tan serio e intimidante logre hacer cosas tan delicadas con sus manos.

A su memoria llegó aquel instante en el que sucedió el intercambio, ella pensó que había sido entregada a un narcotraficante, y al parecer estaba equivocada.

—A esto era lo que se refería cuando hablaba de su obra de arte—Se dice Nastacy así misma, y al llegar a esa conclusión sintió algo de paz en su interior. Después de todo el hombre no debe ser tan malo, si lo que haces vender sus pinturas, quizás cayó en buenas manos, incluso podría tratarse de una persona reconocida en el mundo artístico.

Aunque pensando mejor las cosas, no es buena idea idealizarlo, no puede tratarse de una buena persona si se la pasa con desgraciados como él que la entregó a ella. Además de que es bastante evidente que tiene un lado oscuro.

"No debes entregar tu confianza con facilidad, siempre espera lo peor de la gente, por lo general aciertas, si piensas así"

Las frases de su padre siempre han sido acertadas. El único día que ha bajado la guardia fue aquella noche en la discoteca, y por ese error, ha perdido por completo su vida.

Recordar, hizo qué la joven volviera a sentir un bajón emocional, y debió tomar asiento en el borde de la cama, pues las piernas le fallaron por aquel sueño que tuvo, o mejor dicho, al recordar aquel momento vivido, aquel trauma que la dejará marcada para siempre.

Desde ese instante supo que no podría volver a casa, ¿Con qué cara vería a su familia?, ¿Cómo podría explicarles que su prima murió por su culpa?, por haber tomado su lugar.

—Ahora ésta es tu vida Nastacy—Se dice así misma en tercera persona—No solo Rachel murió ese día, tú también lo hiciste...

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