Raine Dubois, es una joven loba de veintidós años, es fuerte, independiente y muy hermosa. Allá a donde va, suele atraer la mirada de todo mundo, sin embargo, esto no se debe a su innegable belleza, no, todo se debe a que Raine, es la primer mujer beta en la manada Terranova, por lo que es admirada por muchos y envidiada por otros. Pese a todas sus cualidades, Raine ha tenido muy mala suerte en temas del corazón, por lo que, tras su último rompimiento, la joven ha decidido que ha tenido suficiente del amor, por lo que no volverá confiar en ningún hombre, ni si quiera, en su propio compañero, pues está convencida de que, con su suerte, este terminará traicionándola. En un intento de animar a su amiga y beta, Alan Carter, alfa de la manada Terranova, decide obligarla a asistir a la fiesta de compromiso de su mejor amigo, Cole Turner, alfa de la manada Umbra. Como si la diosa Selene hubiese escuchado sus palabras, al llegar al gran salón donde era la fiesta, lo primero que Raine encuentra nada más entrar, es a su compañero haciendo un brindis por su futura esposa, sin embargo, al cruzarse las miradas de ambos, las chispas no tardan en saltar entre ellos, mientras que las de Raine son de odio, las de Cole son de amor. ¿Podrá el joven lobo hacerle entender que nada es lo que parece? O acaso, ¿Las intrigas y los malentendidos triunfarán sobre ellos?
Leer másSon las nueve y treinta y, tras horas de viaje, por fin hemos llegado al punto de encuentro.Justo en el centro de un pequeño claro, no muy alejado del camino, puedo distinguir a todos mis aliados.Sentado en una roca, con los brazos cruzados, está Gale, quien tiene la mirada ligeramente perdida, me parece que está hablando con alguien por medio del enlace.No muy lejos de él, recargado en un árbol, se encuentra Alan, quien parece discutir algo con el señor Warren, quien actuará como su beta, por lo menos, esta noche, pues debido al embarazo de Brenna, Alan es el más vulnerable de los cinco alfas presentes y no puede ir al combate sin un beta que lo proteja y lo apoye.Justo en el centro del pequeño grupo, están el alfa Luc Dubois y su beta, Marius Roux, quien, a diferencia de aquella vez que lo vi en la boda de Gale, esta noche, luce un semblante más serio y feroz.Lo entiendo…Raine me habló de él, me dijo que, de cachorra, él solía cuidarla y mimarla cuando el señor Warren iba de v
Ante el tono insolente, no puedo evitar soltar un gruñido–¿Disculpa? ¿Esto es una broma? –Por su tono y por su gruñido, parece ser solo un adolescente.–¿Quién carajos eres? ––Qué bonito encuentro –masculla Gael antes de que Melissa, quien se ha acercado a nosotros, le de un codazo en las costillas–“¿Eres Cole Turner?”–me pregunta el joven–Sí… ¿Quién eres? –repito–“¿Eres el alfa de Umbra y de Vestigia?”––No pienso seguir respondiendo si no me dices quién eres…––“Solo quiero confirmar que hablo con el compañero de Raine Dubois”––¡Soy yo! Soy Cole Turner –exclamo olvidándome de contener mi supuesta calma –¿Quién eres? ¿Sabes dónde está? ––“Lo sé”–exclama el joven tras suspirar –“Cole, ella está aquí, en Saxum, hablé con ella esta mañana y me pidió que te llamara para decirte que está aquí, en esta manada, en la casa principal”––Ella… ¿Está bien? ––“Sí, lo suficiente como para golpearme en la cabeza” –masculla con un tono que me parece entre avergonzado y divertido–Algo debi
― α ―–¿Cole? –me llama Ryder –Estamos por llegar al hangar ––Dame un minuto –gruño fastidiado, lo que hace resoplar a RyderLa verdad, es que es rara la vez que suelo perder la paciencia con él, sin embargo, son casi las doce del mediodía y no he dormido nada, por lo que es normal que esté de mal humor.Para empeorar la situación, no he encontrado nada que me indique donde están Raine y Vince, lo que sólo empeora mi estado de ánimo.–Bien, tienes cinco, al alfa no le gusta la impuntualidad –dice Ryder deteniendo el auto–Bien, gracias…–gruño deslizándome ligeramente en mi asiento en un intento por relajarme para no presentarme con este humor ante el alfa Alastor.La búsqueda en la vieja zona industrial no ha resultado completamente inútil, pues, de hecho, hemos encontrado a Audrey, quien estaba en un estado lamentable.Si bien mi amiga no recordaba mucho de lo que sucedió el día del secuestro, al igual que yo, está convencida de que Vince no la traicionó, por lo que, pese a que le s
Ante mis palabras, Nathan boquea un par de veces, como intentando decir algo, sin embargo, se rinde y vuelve a su lugar junto a mí.–Nathan… ¿Tú madre nunca te lo dijo? ––No, desde que recuerdo mi mamá siempre estuvo bajo vigilancia y desde que la enviaron a la casa de la manada, no he vuelto a hablar con ella ––¿Nunca has usado el enlace con ella? ––No, la casa donde se encuentra está protegida con una especie de hechizo y no se puede hablar con los habitantes que viven en ella –dice antes de clavar sus ojos en mí –Raine, ¿lo dices en serio? ¿De verdad no soy hijo de ese monstruo? –Que diga que Talbot es un monstruo me llena de tristeza, pues sin duda, este joven, con solo dieciséis años, ha visto con sus propios ojos de lo que ese tipo es capaz de hacer.–No, no eres su hijo –digo sonriéndole –Tu padre es un hombre amable que solía ser muy querido por su gente y por su familia ––¿Y dónde está él? ¿Dónde está mi papá Raine? ¿Está bien? –Sin saber muy bien que responderle, apart
― β ―–Su desayuno mi Luna –me dice una mujer de cabello castaño que acaba de entrar a la habitación donde Albert, el subordinado de Talbot, me ha dejado desde anoche–No soy tu Luna –gruño irritada –¿Cuándo vendrá Talbot a verme? –Ese desgraciado…Pensé que, al ser la Luna de Cole, Talbot me encerraría en alguna celda o prisión hasta que su enfrentamiento con mi alfa se suscitara. Sin embargo, el muy rabo verde, tiene pensado convertirme en su Luna una vez que acabe con Cole, por lo que me ha encerrado en una habitación sin ventanas en la que, según Albert, su maldito subordinado y cómplice, es la casa principal.–El alfa no se encuentra en casa en este momento mi Luna –me dice la mujer, la cual, está preparando una mesa para mi supuesto desayuno –Pero le haré saber que desea verlo en cuanto regrese ––Bien… –mascullo –¿Cómo te llamas? –le pregunto a la mujer–Mi nombre es Beth, y estaré sirviéndola a partir de hoy mi Luna –me dice la mujer con una amable sonrisa mientras continúaE
–Llegamos –anuncia AlanSin esperar a que nadie me ayude, bajo del auto y camino torpemente en dirección a la entrada.–Eh, cálmate Cole –me dice mi padre justo cuando estoy por caerme–No quiero perder tiempo papá, Raine podría estar en peligro ––No lo está Cole, lo sentirías –me dice el señor Warren–El alfa Alastor dijo…––El alfa se refería más a cosas como la traición y al rechazo, cálmate Cole –dice Alan sujetándome por el brazo antes de dirigirse a mi padre –¿Por qué no se adelantan? Llevaré a Cole por la parte trasera, si vamos a enfrentar a Talbot, no podemos dejar que los lobos de Vestigia vean a Cole en este estado ––Tienes razón, vamos Warren –le dice mi padre al beta, quien asiente y se apresura a seguirlo–Gracias…––Tranquilo…–masculla Alan antes de ayudarme a rodear el hospital –Cole, ¿Cómo saben que el hombre de las fotografías pertenece a la manada de Talbot? ––Papá lo reconoció por una cicatriz que tiene en el brazo –digo con un jadeo –Es la misma que la de un jo
― α ―–Cole, hijo, espera por favor –me ruega mi madre al mismo tiempo que yo intento salir de la casa principal–No tengo tiempo –gruño con dificultad pues me cuesta respirar–Cole, por favor, no seas terco –me pide Danielle–No es terquedad… Es cansancio –gruño soltándome de su agarre para girarme hacia ella y a mi madre–¿Qué piensas hacer hijo? ––Ir a buscar a ese bastardo y matarlo de una buena vez ––¿Y con ella? –me pregunta mi padre quien acaba de alcanzarnos–Apenas la encuentre, la voy a traer al territorio y la voy a hacer sufrir el resto de su inútil vida ––Cole…–masculla Danielle quien parece estar algo nerviosa–¿Estás completamente seguro? Creo que lo mejor sería acabar con esa mujer ––Acabar con la vida de Kendra Standford sería simplemente demasiado fácil –gruño antes de volver a dar la media vuelta, sin embargo, aún estoy algo débil, por lo que me aferro al marco de la puerta para no caerme –En cuanto a Talbot… Estoy harto de sus jugarretas ––¿De verdad crees que
Tras unos cuarenta minutos más de viaje, el lobo nos lleva a una vieja zona industrial.¿Por qué no me sorprende que nos dirijamos a un almacén abandonado?Diosa, que cliché…–Detente –le gruñe el lobo a Vince –Saca tu teléfono –me ordena–¿Cómo? –gruño mostrándole mis manos–Kendra ––Hazlo tú –gruñe ella irritada –No quiero tocarla, me da asco ––Muévete –gruñe el lobo con impaciencia por lo que Kendra baja del auto y abre la puerta de mi lado para tomar mi bolsa, la cual, llevo a mis pies–Bonita nariz –digo burlonamente–¿Qué? –Aprovechando que ella levanta la cabeza para mirarme, le doy un fuerte golpe en la nariz.–¡Perra! –gruñe dolorida al mismo tiempo que se cubre la nariz –¡Haz algo, idiota! ––Ella no intentó huir, que seas tan estúpida para quedarte ahí sin moverte, no es mi problema –gruñe el lobo con irritación –Saca el maldito teléfono y apágalo –A regañadientes, Kendra saca mi teléfono de mi bolso, el cual, tira en la carretera antes de apagarlo.–¿Ahora qué? –gruño
–¡Raine! –me llama una muy efusiva Bren apenas pisamos el interior del aeropuerto principal de Amaris–Mis costillas…–mascullo cuando me abraza con fuerza–Oh, perdona, ¿cómo sigues? ––Estoy mejor, pero, Bren, ¿qué haces aquí? ––Vine a recibir al alfa senior y a su Luna, y por supuesto, al beta Dubois –dice sonriéndome –De hecho, acaban de llegar, ¿vamos a recibirlos a la puerta de llegada? –Emocionada por ver a mis padres, asiento al mismo tiempo que tomo a Bren de la cintura y la guio en dirección a la puerta de llegada, donde nos encontramos a Jess, quien parece igual de emocionada que yo.–¡Ahí están! –dice emocionada al ver a mi padre tomar la maleta de la Luna Elaine, la madre de Alan–¡Mi niña! –exclama mi madre, quien es la primera en salir –Mírate, que hermosa te ves –dice antes de soltar su maleta para abrazarme–H-Hola mamá…–mascullo con dificultad–¿Qué sucede? –pregunta soltándome para tomarme por los brazos–Me recupero de un accidente, ya te lo contaré –digo abrazánd