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Al pensar en su sufrimiento, ella también se siente culpable, aunque le apriete tanto con sus manos, nunca ha ido demasiado lejos, sus ojos se suavizan involuntariamente, su voz se vuelve suave, lo consuela con ternura.

——Si no te sientes bien, ve y date un baño, prometo tener más cuidado en el futuro, después de todo, todavía somos jóvenes, todavía somos estudiantes...

Y así, después de unos diez segundos de calma, la presión en las manos del chico se relaja, permitiéndole levantarse, hasta que se va, el chico se apoya en el respaldo de la silla, su aliento ligeramente agitado, no sabe cuánto tiempo ha estado sentado antes de calmarse, su mirada tiene un ligero toque de profundidad, mirando la figura esbelta de la chica que está poniendo platos y cubiertos en la mesa.

Dios sabe cuánto se emociona su cuerpo cada vez que la abraza, y la tendencia que ha i

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