—Quédate aquí, no salgas —le advirtió Mad a Amalia. Las curiosas vueltas que daba la vida no les dejaban lugar para el aburrimiento. De querer matarla por atacar a Ana, ahora Mad intentaba protegerla de ella. Su novia, herida como estaba, se había escapado de la clínica y con eso convertido en la principal sospechosa del nefasto crimen que la había dejado huérfana. —Tú no mataste a tus padres, ¿verdad, Mad?—A mi padre nunca lo conocí y mi madre murió de leucemia. Era lo más importante en mi vida.—Apuesto a que sí. Esa Ana resultó ser más bestia que tú, es un demonio y tú la creías un ángel. Él nada dijo. Su vida junto a ella había sido lo más cercano a una estadía en el paraíso. Amalia quería preguntarle si mataría a Ana cuando la encontrara, pero sospechaba que la respuesta sería negativa. Mad podía ser un despiadado asesino, pero tenía su corazoncito y la bicha criminal seguía viviendo en él. —Voy a encontrarla. Está herida y no podrá ir muy lejos.—No confíes en ella, Mad. No
Estimados lectores, me dirijo a ustedes para disculparme por la larga ausencia. Ya se han corregido los capítulos que tenían problemas. Sin embargo, la aplicación se ha tardado en actualizarlos. De hecho, los últimos dos siguen sin aparecer corregidos, así que una vez que esto ocurra, se subirán nuevos capítulos, para que no pierdan detalle de la trama. Para acceder a los capítulos ya corregidos, recuerden borrar la caché de la app y volver a agregar la historia a sus bibliotecas. Podrán leerlos sin problemas. Lamento los inconvenientes que lo anterior pudo causar. Nos leemos pronto.Saludos y gracias por leer.
—¿Qué sabes de las golondrinas? Luego de su búsqueda, Mad regresó al departamento donde estaba Amalia. Ella lo miró con extrañeza. —Sé que pueden dar su vida con tal de ver a un príncipe feliz. ¿No vas a comer? Mad apartó con recelo su muslo de pollo. Probó algo de ensalada. —No soy muy instruida, pero he leído algunos clásicos —añadió Amalia. —No hablo de libros, sino de pandillas. Amalia masticó en silencio unos instantes. Bebió un sorbo de jugo y volvió a llenarse la boca. Habló cuando vació su plato. —Oí algunas historias, eran tan increíbles como las de la bestia de Abdali. Un día un tipo llegó al refugio. Llevaba una biblia y predicaba la palabra de Dios. Ofrecía una oportunidad de comenzar de nuevo: trabajo, techo, un futuro mejor. La parte de rezar no me interesaba, pero lo demás sí. Luego de hacernos varias preguntas, escogió a dos chicos. Le pregunté por qué a mí no y me dijo: "Porque tú no tienes nada que perder". Nadie en ese lugar tenía nada, por eso estábamos a
Mad inhaló profundamente al cruzar la puerta de su piso y sólo sintió la sutil esencia del aromatizante ambiental. Nada de sangre ni la fetidez fría de la muerte. Fue hacia el comedor mientras Amalia iba a su habitación. Ella no desempacó, sospechaba que no se quedaría mucho tiempo allí. Mad seguía en el comedor cuando ella salió, atrapado en los horribles recuerdos de aquella noche.—Tal vez sea buena idea mudarte. Él le dedicó una mirada que le enfrió la sangre. —¿Crees que estoy traumatizado? Esto no es nada para mí. Nada. No soporto la suciedad y ella se atrevió a ensuciar mi casa, eso es todo. —Es mucho más que eso, Mad. Te haría bien hablar del tema.—¿No tienes nada mejor que hacer?—Iba a irme, pero tú me trajiste de regreso y no hemos avanzado en lo de Markel. —Ya habrá tiempo para eso... Se paciente. Amalia asintió. Fue a su habitación y desempacó. 〜✿〜En una blanca oficina, con los muros cubiertos de diplomas, Mad y el psiquiatra a
El sueño de la joven Úrsula Narváez siempre fue brillar como una estrella, en lo más alto del mundo del cine, la televisión o el teatro, pero como suele ocurrir, toda heroína tiene un enemigo y todo sueño se enfrenta a la dura realidad cuando se despierta.Quien despertó a Úrsula fue un siniestro y codicioso hombre apodado "Dedos de oro", un afamado director y productor de cine que convertía en oro todo lo que tocaba, de ahí su creativo apodo. El problema fue que quiso tocarla a ella y acabó recibiendo un potente puñetazo cuando sus ávidos dedos de oro se colaron bajo su falda."¿Acaso no sabes cómo funciona este mundo, querida? Nadie te contratará jamás si yo lo digo, hoy has sepultado tu carrera de actuación para siempre". No conforme, Úrsula le dio una patada en la entrepierna, subestimando el poder de las malignas influencias del hombre, que se extendían como raíces por toda la industria del espectáculo. "Lo siento, Úrsula, estamos buscando a alguien que sea más alta"."¡Puedo us
Había veinticinco postulantes al anuncio que era la última esperanza para Úrsula, todas mujeres estupendas, pero ella no se quedaba atrás. Su currículo estaba bastante bien nutrido: actuación, modelaje, baile, hasta canto, sin mencionar las habilidades que sus trabajos esporádicos le habían dejado. Siendo modesta, ella podría representar cualquier papel de forma creíble y magistral.—Creo que planean hacer una película de empresarios —comentó una muchacha al salir de la oficina donde se realizaba el casting. Úrsula paró la oreja para oír más—. Me hicieron preguntas muy extrañas. ¿Para qué necesitaría saber usar Office? Es actuado.Ellas se fueron y todavía faltaba bastante para que fuera su turno. Las esperanzas de que la escogieran se tambalearon cuando oyó a la secretaria decir que a las cuatro de la tarde vendrían veinticinco candidatas más. Tenía que hacer algo y hacerlo ya, por su hermano, por su abuela y su legado.Preguntó dónde estaba el baño y aprovechó de pasearse por el lug
Emocionada y con la adrenalina haciéndole temblar las piernas, Úrsula se sentó frente a Bill, el único presente esta vez en la oficina. Ya quería recibir el guion para devorárselo.—Tu papel será el de la asistente de un importante CEO de una empresa de tecnología —empezó diciendo Bill. Ahora cobraban sentido para ella esas preguntas tan raras de la entrevista y el lugar en el que estaban, debía ser para empezar a ambientarse.—Este será tu jefe.En el telón del costado se proyectó la imagen de su guapo coprotagonista. Un tipo estupendo, de mirada seria, indiferente, quizás hasta engreído. Sospechaba que su papel sería el del típico CEO de las novelas, emocionalmente torpe y posesivo, que obtenía a la fuerza lo que no lograba obtener por la razón. Esperaba llevarse bien con él.¿Sería una película romántica? No sabía nada de la trama, pero no le importaría tener que besar a ese coprotagonista o tener escenas más íntimas o "picantes" con él. Siempre desde el profesionalismo, por supue
Alfonso Kamus cruzó la entrada de empresas Deluxe y ya parecía tener motivos para estar enojado. Laura, la joven recepcionista, le dio los buenos días por costumbre, pues sabía que no le respondería y hoy no fue la excepción. Siguió caminando hasta el ascensor. Los empleados que allí esperaban también lo saludaron y al menos recibieron un gesto de asentimiento con la cabeza. Eso era prácticamente una bendición viniendo del jefe supremo, así que hoy tendrían un buen día.Las puertas se abrieron y nadie más que Alfonso entró. Los demás esperarían, su tiempo no era tan valioso como la comodidad del jefe. En el segundo piso subió Martín Hesher, su socio y amigo lo suficientemente cercano como para compartir el espacio y aire del ascensor.—¿Viste el partido de los Tiburones ayer? Qué maravilla —comentó Martín mientras subían.—El reemplazo de mi asistente no ha llegado. Dijiste que te harías cargo. —Lo hice, la agencia me envió a la mejor.—¿Mejor para mí o mejor para ti? —Oh, vamos. S