Amara–Estoy asustada– murmuró con la cabeza gacha. Casiel me mira con el ceño fruncido e Isaac niega.–No te asustes– lo miró mal encogiendome en mi lugar.–¿Qué te sucede?– Casiel se levanta de su lugar y me mira con la misma expresión de siempre. Ninguna.–La luna se está tornando roja– trago grueso, Casiel e Isaac van inmediatamente a la ventana y mira lo que les informe– ya pasó más de una hora y ninguno de ellos ha vuelto.Ahora sí empiezo a ver una ligera preocupación en el rostro de los chicos. Me levanto y empiezo a caminar de un lado a otro, mi corazón late con fuerza y siento como si mi mundo se viniera abajo.–Estoy mareada– siento que voy a caer cuando Casiel me sujeta. Comienzo a vomitar y todo comienza a volverse borroso.–Siéntate aquí– me ordena Isaac.Me siento en el suelo encima de una almohada mientras comienzan a echarme aire.–Agua, necesito agua– pido entre jadeos.¿Aziel está bien? ¿Por qué me siento así?–Iré por agua para ella – Isaac sale del lugar dejándome
JuliánEl golpe certero que recibo en el centro de mi estómago me hace gemir de dolor, el estupido demonio me saca la delantera por mucho, pero mi prioridad es Izel y no voy a dejar que el la tenga, que mamá la tenga.Escupo sangre mientras me levanto, él tiene cierta distancia de mí así que sacó ventaja y curó todas mis heridas gracias a mi lado lobo. Miró con desdén como se acerca e intenta golpearme, soy más rápido esta vez y clavó una navaja en su estómago, eso lo noqueara por un momento.Tomó una botana de aire y lo dejó salir, veo como se sostiene el estómago mientras sonríe sin dejar de verme. –Debo admitirlo, has resistido mucho – la herida ha desaparecido así que me preparo nuevamente para luchar.Román es el demonio del dolor, tan solo su voz podría hacer que cayeran al piso sin saber el porqué. Pero conmigo era diferente, yo era un hechicero mitad lobo, podía regenerarme y usar mis poderes.Pero Román era más rápido, más fuerte y más poderoso. Yo tan solo era un hechicero
LailaPego mi cara a la ventana por dónde veo los pequeños pies rosados moverse y el llanto inundar la habitación. Chillo de emoción volteando a ver a Aziel quien mira al pequeño desde la ventana con amor.–Soy tia– doy brincos, entre todas las cosas que han pasado lo realmente bueno es que conozcamos a nuestro futuro rey lobo.–Y yo soy papá– mi hermano mira embobado como la enfermera toma al pequeño en brazos quien tiene varios aparatos pegados a su cuerpo.El bebé es muy prematuro y a pesar de tener sangre licántropa en su cuerpo es muy pequeño para estar estable sin la incubadora. Debía permanecer en ese estado al menos hasta que Amara se recupere y podamos darle una pócima para sus pulmones.Lo importante es que él está bien y Amará se está recuperando.Ya habían pasado tres días desde que atacaron el reino, todo está vuelto un caos, destrucción y personas heridas por todos lados. Papa, Aziel y todos los miembros de sus escuadrones habían estado muy ocupados tratando de mejorar
LanaAl terminar de preparar el desayuno, Dani y Jayson llegarán pronto. Se supone que debían llegar ayer pero tenían que terminar de sanar.Por fin vería a mi hermana después de días, al fin estaría con ella. Pongo la mesa y suspiró al ver lo bonita que quedó.Se que nada de esto arreglará lo que hice, pero al menos debo fingir que todo está bien, que no hice nada. Debo fingir como siempre lo he hecho, no puedo dejar que mamá gane.El timbre sonó e inmediatamente voy a abrir la puerta, murmuró un “ohh” cuando veo a Jayce en la puerta con una sonrisa apenada.–Hola– murmuramos los dos al mismo tiempo.–Quería pedirte disculpas…–Oh Diosas, soy yo quien debía pedirte disculpas, yo fui la que utilicé y realmente me siento mal por eso– rasco mis manos nerviosas– si te considero mi amigo, en realidad mi único amigo en todo este lugar– Jayce toma mi mano causando un escalofrío.Diosa, su vibra es tan pura que me hace estremecer.–¿Quisieras ir por un helado más tarde? – amor mucho los ojos
CoraCómo puede cambiar el mundo, la vida de las personas en cuestión de minutos, de segundos incluso. Hace unos meses era la chica más feliz del mundo, aprendiendo sobre mi naturaleza y la vida de todo ser natural, hasta sobre los humanos.Y ahora simplemente soy alguien que no sabe qué hacer con su vida. Alguien que solo vive cada segundo sin saber qué va pasar en su futuro o que puede hacer.Desde que había terminado el atentado y tuve las peleas con las brujas junto a Lana he tenido tantas sensaciones de melancolía, mi pueblo fue masacrado y yo quizás ayude a terminar a las últimas de mi raza. Aunque sus caminos se hayan desviado todos merecemos vivir. O eso sentía desde que me desperté al siguiente día.Me sentía muy mal por todas las personas que habían muerto esa noche, tanto buenas como malas; se habían perdido muchas vidas que jamás íbamos a recuperar y eso parece atormentarme.¿Qué pasó con mis pensamientos pasados? ¿He cambiado o solo siento culpa? No sabía diferenciar entr
IzelSalí del hospital con esa sensación en mi vientre, había estado desde que ellos se fueron con Matthew, no podía dejarlo solo aunque alguien le hiciera daño.Pero había algo en el que me hacía querer tener cerca de mí, una extraña sensación se apoderó de mí cuando lo ví y solo podía tocar mi vientre ¿Anhelando? Tener algo dentro de mí, fue como una necesidad.Ahora solo debía marcharme y olvidarme de eso, seguro mis tíos ya están en el apartamento y están esperándome.Camine por la orilla hasta llegar a casa, estaba empezando a llover y yo estaba empapada. Solo que al abrir la puerta me encontré a todos menos a mis tíos. Esa sensación que quería olvidar me golpeó con fuerza el pecho, no lo había visto, no había sentido su presencia pero jamás me había afectado tanto como ahora.Quería abrazarlo y no soltarlo, necesitaba sentir su calor, tocarlo y sentirme tuya otra vez. Sin embargo no puedo dejarme llevar por mis impulsos, menos ahora.–¿Te vas?– es lo primero que pregunta mientra
Lluvia.Gotas caían sobre aquel hombre que traía a una pequeña en sus brazos; corría mientras tapaba a la pequeña criatura que llevaba en sus brazos. La cual no paraba de llorar. Sentía su corazón destrozado al sentir los latidos de la pequeña disminuir. ¡No, no podía dejarla morir! Moriría si algo le pasara, juró protegerla como su propia hija y eso haría.Corrió, corrió lo más fuerte que pudo hasta llegar a una abriendo la puerta de golpe asustando a la elegante mujer que tomaba su taza de café. Ella lo miró, perpleja, sin saber que hacer o decir al ver a su esposo en aquella situación.—¿Papi?— lo llamo la pequeña pelinegra al ver a su padre cubierto de sangre y con aquella pequeña, que no dejaba de llorar en brazos.—Dime que no es cierto por favor— sollozo aquella mujer. El hombre no pudo evitar soltar unas lágrimas.Se sentía terrible, se sentía culpable de esa situación, se lamentaba no poder haber llegado antes y haber causado tal daño a esta pequeña en sus brazos.—¡No, no,n
AmaraBajo las escaleras a gran velocidad, ignorando los gritos de mi madre pidiéndome que me detenga. Estoy muy emocionada.El cartero de la manada acaba de llegar con la carta tan esperada por mi. Han sido tres meses de agonía, esperando la respuesta de aprobación a la escuela del reino. Quería cursar mi último año allá y aunque fácilmente hubiese entrado con las influencias de mi padre, quiero entrar por mis propios logros.Abro la puerta antes de que el cartero toque y recibo las cartas antes de que pueda decir algo. Cierro la puerta y me doy la vuelta buscando entre las miles de cartas que hay en mis manos.—¡Sí!— exclamó cuando veo la carta con el sello de la escuela del reino, con nerviosismo la abro y mis ojos destella ante lo que leo— ¡Sí,si, joder!— grito dando brincos mientras las cartas caen al suelo.Mamá me mira con una sonrisa en la cara mientras mi padre y hermano salen de la oficina del primero. Me miran estupefactos y yo solo corro abrazando a papá que al parecer y