Tras encontrar a su novio con otra, Blair se ve obligada a asistir a una fiesta familiar donde conoce a Dominik Engel, un millonario alemán nuevo en la ciudad con el que se lleva mal desde el segundo uno. Cuando termina trabajando en la empresa de recién llegado, su abuelo ve la oportunidad perfecta para hacer crecer su imperio, y la amenaza con quitarle su herencia y dejarla en la calle si no lo enreda, lo conquista y lo lleva a la familia Rymer. Ella accede al no quedarle de otra, pero es enseguida descubierta por el empresario quien, sin embargo, accede a convertirla en su «futura falsa esposa», aparentemente sin pedir nada a cambio. Sin ninguna otra salida posible, Blair acepta, sin saber que esa decisión marcará su destino de por vida, pues Dominik no es para nada quien aparenta.
Leer másBLAIRPoco más de dos semanas y por fin era libre… más o menos.Después de que me quitaran el yeso el viernes anterior, y un fin de semana tratando de caminar lo justo y necesario, se hizo lunes y decidí volver al trabajo, aunque aún tendría que mantener el pie en alto y no usar tacones, así que me armé de mis tenis suavecitos y un banquito plegable de los bajitos, sí, lo llevaba, y bajé las escaleras.Como esperaba, abajo estaban Dominik y un curioso Ray que parecía muy alegre de que su tía por fin pudiera volver al trabajo.Él canturreaba, feliz de que partiríamos, mientras caminaba hasta el auto de Dominik, quien se había tomado la responsabilidad de llevarlo casi todos los días a la escuela cuando se iba a la empresa.Por lo general yo lo llevaba con algún chofer antes de ir a mi trabajo.De pronto, el pequeño exclamó algo en alemán desde el asiento trasero apenas arrancar el auto, algo que por supuesto yo no entendí, y fruncí el ceño.—¿Qué estás diciendo?—Dice que estás sana.—
KRISTENComo todas las mañanas desde que la idiota de la jirafa se cayó de la montaña, Dominik aparecía por la casa casi como si tuviera un cronómetro, aunque al ser sábado venía un poco más tarde de lo normal.Sabiendo que vendría, me levanté temprano y me arreglé, pero él apenas me hizo caso y fue directo a hacer sus tareas. Blair estaba dormida, eso dijo el insufrible de Raymond cuando salió tallándose los ojos, pero él saldría con papá a su estúpido viaje de hombres del fin de semana.Suspiré con aburrimiento al verlos entrar al cuarto del pequeño, y él le preguntó si iría con ellos con una ilusión que casi me hizo vomitar.Me daba hasta asco la forma en la que lo llamaba. ¿Por qué parecía que todo se había arreglado alrededor de Blair en un segundo? ¡Blair tenía a papá comiendo de su mano, la muy desgraciada!—No. Tengo que cuidar de la tía Blair y su pie herido mientras tú no estás, ¿entiendes?El nene asintió repetidas veces con la cabeza y le dijo que cuidara bien de su «tía B
BLAIR¿Y qué demonios le pasaba a este hombre?No dejaba de preguntarme eso cada que lo veía. Dominik iba a mi casa temprano en la mañana y tras salir del trabajo.Por las mañanas ayudaba a Ray a alistarse para ir a la escuela, cosa que yo solía hacer a diario, y luego me asistía para lavarme y vestirme, e incluso tendía la cama y me ayudaba a bajar las escaleras. Se comportaba como todo un novio perfecto y eso me molestaba. Desde que dijo que solo era por ganar puntos con el abuelo, me fastidiaba.¿Por qué? No sé. Teníamos una relación basada en el interés, ¿por qué me molestaba que él pensara solo en eso?Esa noche de jueves, después de la cena y de que acomodáramos todo, es decir, él acomodar y yo ver, decidí ir abajo.—¿Segura que quieres bajar con tu brazo lastimado?Me había lastimado el brazo más temprano al intentar caminar un poco, incluso tenía un feo raspón.—Estoy cansada de estar en prisión, señor Engel. Soy un ave que necesita estirar sus alas y volar un poco para sentir
BLAIRRaymond era una hermosura de niño. Tras llegar a casa, se quedó conmigo e hizo de todo para hacerme sentir cómoda, e incluso dijo que me cuidaría esa noche, pero se quedó dormido como media hora más tarde, aunque fue muy tierno verlo cabecear y luchar por quedarse despierto.Era tan lindo verlo dormir que incluso me olvidé un poco del dolor de mi pierna.Pero no pude pegar ojo en toda la noche. ¡Esa estúpida de Helen me las pagaría! ¿Cómo se le ocurría tratar de matarme?A la mañana, a eso de las seis y media, me encontré con haber dormido apenas como cinco minutos, y con Ray pegado a mí como si yo fuera su osito favorito, dormido como un tronco. Era domingo, así que no hacía falta prepararse para la escuela.Escuché unos pasos fuertes por el pasillo y pensé que era el abuelo, y llamaron a mi puerta.—Adelante —murmuré.Al abrirse la puerta, se filtró la luz y fruncí el ceño. La silueta que vislumbré no era de mi abuelo, sino de…—¿Dominik? ¿qué haces aquí?Él pareció darse cuen
BLAIRFue cosa de un milisegundo, pero sentí que la vida me pasó ante los ojos, todo lo que hice y dejé de hacer, el frío y el terror mientras caía; sin embargo, de repente, fui tacleada por algo desde un costado, y terminé rebotando contra un cuerpo grande que soltó un quejido cuando pegó contra la pared, aunque me apretó con todas sus fuerzas.Un ligero malestar se regó en mi costado y miré hacia arriba por instinto. Fue entonces cuando lo vi: semblante sereno, pero en sus ojos brillaba la auténtica preocupación.—¿Estás bien?Su pregunta bailó en mi cabeza por larguísimos segundos, y sentí que la cabeza me daba muchas vueltas.—Me duele el tobillo —murmuré apenas—, sentí que se torció…Apreté los labios y de repente empecé a temblar. Dominik asintió y tiró la vista abajo, donde un instructor se preparaba para subir y varios empleados y clientes ayudaban a sostener la cuerda que nos mantenía arriba.—¡Se torció el tobillo! —exclamó el pelirrojo—. ¿Pueden soltar poco a poco el anclaj
BLAIRDominik y yo tendríamos una cita. Esto era en parte porque las parejas normales tenían citas, en parte porque me apetecía hacer algo divertido los fines de semana, así que busqué un sitio en internet, se lo mostré y, tras su aceptación, todo estaba listo.Esa mañana me levanté tranquila, pero por alguna razón sentí cierta ansiedad al ver que la hora del encuentro se acercaba. A pesar de que iríamos a hacer un poco de ejercicio, me puse un suéter crop top porque, en primera, me quedaba genial y resaltaba mi abdomen y altura, mi figura en general y, en segunda, sabía que Celia o Kristen estaban por ahí y quería molestarlas.Sí, tenía veintisiete, pero en mi interior ardía el espíritu de molestar a los molestables.Me arreglé el pelo y guardé algunas cosas de aseo personal en mi bolso junto a un pijama y ropa interior limpia porque sabía que me quedaría con Dominik esa noche, y me dirigí escaleras abajo. Sabía que él ya había llegado, y no me extrañó verlo siendo abordado por Krist
BLAIRLa inquietud se quedó en mí todo ese día, y sí, fui presa de las miradas de todos esos idiotas, pero no me importó. Al final no es como si mi falsa relación con Dominik no se fuese a hacer pública tarde o temprano. El abuelo quería que así fuera, y resultaba más conveniente para todos también. ¿Tendría que lidiar con los rumores? Sí, pero poco importaba.Salí de la oficina más tarde de lo normal, a eso de las seis, y bajé en ascensor hasta la entrada. Dominik estaba ocupado con otros asuntos por fuera, así que hoy me iba a casa por mi cuenta. Mientras revisaba el celular, me dispuse a pedir un taxi, y me dije que debía empezar a pensar en comprarme un auto; sin embargo, no tardé en ver la figura de mi jefe, quien se encontraba apoyado con aparente despreocupación en su auto mientras veía algo en su celular.Alzó la vista y nuestras miradas se encontraron, esbozó una sonrisa y me hizo una seña para que me acercara.Alrededor había algunos empleados, quienes adrede alentaron sus p
BLAIRBajamos en un pequeño parque con columpios y toboganes, y vi a Dominik quitarse el saco y quitárselo a Ray antes de dejarlo correr a libertad. Me daba la impresión de que tenía la mente en otra parte, pues su mirada parecía distante aunque no la despegaba del niño, y me aventuré.—¿Ray te recuerda algo? —inquirí mientras veíamos al niño subir a una estructura a una distancia segura.Él volteó a verme, aunque yo no despegué mis ojos del nene, y sonrió.—Un poco. Me recuerda a mí a su edad.—¿Alguno de tus padres murió? Pero pensé que tus padres…Volteé de nuevo hacia él, medio impresionada, y lo vi negar con la cabeza.—Mis padres están vivos, ambos. Es solo que mi padre era un poco duro conmigo cuando era niño. Él no era amoroso, no daba abrazos ni caricias, sino que educaba con disciplina. Un día vi a los papás de mis amigos tratarlos con mucho amor, y colapsé y tuve una crisis donde le grité que no me quería y muchas cosas más. —Soltó una risita, sus palabras me dejaron impres
BLAIR—Ray está durmiendo. Lloró demasiado y se quedó dormido —murmuró el abuelo.No veía ni a Celia ni a Kristen por ninguna parte.—¿Qué pasó? —inquirí mientras Dominik y yo nos sentábamos en el sofá en la sala de estar.—Esta mañana empezó a gritar como loca y dijo que se iba. Cuando la confronté estaba aterrorizada. Me dijo que recibió varios mensajes y correos que decían lo mismo: «Si no quieres ser la siguiente, será mejor que te vayas. Sola». Enloqueció y dijo que se iba, que se iba sin Raymond, que hiciéramos lo que quisiéramos con él y… no lo sé.El abuelo parecía preocupado, ¿y cómo no?—¿Podría tratarse de un mensaje de broma? —inquirí.—Considerando lo que pasó ayer… entiendo por qué se lo tomó en serio y su terror, pero Ray es su hijo y ella… —Tuvo que guardar silencio, y vi la rabia pintada en su cara—. Solo lo dejó.Tragué entero ante esa certeza. También entendía la causa del estado mental actual de Shirley, pero no podías solo dejar a tu hijo atrás como si fuera basur