Capitulo 2 El Chico con el collar de oro

Un poco de labial rojo en los labios, unos tacos altos y con la mirada en alto, para enfrentar el mundo exterior…

-Todos los que vaya mencionando den un paso adelante, por favor – dije reunida con todos los empleados de la empresa, tenía que colocar muchas cosas en orden – Andrea Smith, Ana Johnson, Carlos García, Mario López, Fabiola Anderson, Luis González, Yoli Wilson, Andru Davis y por ultimo Alejandra Jones, todos ustedes están despedidos – cerré la carpeta que tenía en mis manos

-Estás loca Nicol, no puedes correr a todos ellos, son personas muy valiosas para la empresa – susurro mi hermano detrás de mí

-Tranquilos que les hare un arreglo muy bueno, para que no trabajen más en sus vidas y aparte pediré que les hagan una recomendación de trabajo fantástica. Quiero que entiendan que quiero un personal con mentes más frescas, tienen que darle la oportunidad a otros y si alguien está en contra – voltee atrás mirando a mi hermano por un momento – la puerta está abierta pueden salir, porque allá afuera hay muchas personas deseando tener un cargo en esta empresa, tengan todos bonito día, ya lo olvidaba – me coloque la mano en la frente – desocupen sus oficinas hoy mismo, porque mañana vienen los que ocuparan su puesto.

Me voltee y me fui a mi oficina, me senté en la silla grande de color negro, justo en mi escritorio, encendí mi laptop y mire mi foto con mi abuelo, de cuando me gradué y sonríe, “no te voy a defraudar nunca” le susurre a la foto

Escuche que tocaron la puerta

-Adelante – respondí y entró mi secretaria y amiga Adeleyn, con varias carpetas en la mano y un café

-Aquí están los currículos de los mejores científicos, abogados, secretarias de Estados Unidos – respondió un poco agitada y colocó todas las carpetas en mi meza y yo comencé a abrirlas ojeándolas un poco – y tu café, negro sin azúcar

-Gracias amiga, contrata a todas estas personas – respondí dando un pequeño sorbo de mi café amargo

-Está bien, los llamare en este mismo momento y les voy a pedir que firmen el contrato, esta misma tarde, si es posible – dijo volviendo a tomar las carpetas

-Que sea lo más rápido posible por favor

-Hoy estás hermosísima amiga – me dijo un cumplido

-Muchas gracias, este vestido es de un buen diseñador - respondí sonriéndole

Mi hermano de pronto abrió la puerta de mi oficina un poco molesto

-Mejor ya me marcho – dijo Adeleyn saliendo muy rápido

-¿Qué paso Nicolás? – pregunte tomando otro sorbo de mi café

-No voy a reclamarte nada, ya tu veras como haces las cosas en la empresa, solo vengo a recordarte que hoy viene Rodrigo Smith te entregará un collar de oro, con la pedrería brillante, es un hombre multimillonario y tiene joyerías en todo el país, no es tan viejo así que podría servir para tí, ya ha pasado un mes, deberías plantearte ya salir con alguien – dijo mirándome a los ojos, se veía que estaba molesto

-Está bien, yo voy a recibir el collar como habíamos quedado semanas atrás, para Clara, y ya he salido con cuatro hombres, pero ninguno me gusta, todos son unos mediocres, no me sirven, pero te prometo que con este hombre, voy a hacer el intento – respondí y di un leve suspiro

-No es un intento, es lo que tienes que hacer – respondió y salió tirando la puerta de mi oficina, como si lo que me estuviera pidiendo fuera tarea fácil.

-¿Es usted Nicol Brown? – preguntó un chico entrando en mi oficina, ojos color azul, piel blanca, labios rosados, pantalón negro de vestir, camisa azul oscura con mangas largas, le quedaba muy bien el azul y un reloj de oro en su mano derecha, es muy atractivo y sentí que nuestras miradas conectaron por un momento

-Sí – respondí de manera seria, sentada en mi silla - ¿usted es?

-Rodrigo Smith, he venido para entregarle la joya – respondió entregándome una caja cuadrada de color rojo de terciopelo

-Está bien, el collar es para la novia de mi hermano – dije mientras abría la caja, al abrirla los brillos destechaban, era el collar más hermoso que había visto, es una cadena muy delgada y en el medio guinda un hermoso diamante y alrededor pequeños pedazos

-Es hermosísimo, ya le busco el dinero – abrí la primera gaveta de mi escritorio y le entregue los 500.000 mil dólares – tengo entendido que usted tiene muchas joyerías

-Sí, mi familia tiene las mejores joyerías de todo Estados Unidos, hay una aquí en New York, en California, Miami, Boston, San Diego y más ciudades, pero esas son en las que mayormente vendemos – respondió de una manera muy respetuosa – y a ¿usted le gusta la pintura? – preguntó mirando un pequeño cuadro que tengo guindado en la pared, es un pequeño punto de color negro

-Es extraño que lo hayas notado, casi nadie lo ve – respondí viendo ese punto

-Porque en los ojos de un artista, hasta una simple mancha tiene un gran significado, un punto puede llegar a ser hasta la tormenta más grande, el secreto más escondido o el amor más bonito, en los ojos correctos, ese punto puede resultar ser una verdadera maravilla – me quede mirándolo y me mordí mi labio inferior, pensaba igual que yo - ¿ya has cenado? Es la hora

-No, ni siquiera tuve tiempo de almorzar – respondí y encendí mi teléfono, ya eran las siete de la noche, no sabía como el tiempo había pasado tan rápido y yo era la única persona que quedaba dentro de la empresa

-Sí quieres puedo llevarte a cenar

-Está bien, solo dame un minuto – tome mi cartera y guarde el teléfono – listo nos podemos ir

Fuimos a un restaurante

-¿Tienes pareja? – me preguntó mientras tomamos una champaña

-No, nadie puede estar a mi alcance – respondí

-Eres una mujer hermosísima y misteriosa, muy seria y eso llama mucho mi atención

-No conoces a una CEO todos los días, así que estas de suerte, no tiendo aceptar cenas con desconocidos – dije y era cierto, no me había propuesto en salir con alguien, ya que mis supuestas cuatro citas, eran todas unas mentiras – y tú tienes ¿pareja?

-Me encanta ser el afortunado al que le aceptes una cena, y no, no tengo pareja, prefiero andar por todas partes yo solo, nunca me he planteado de tener algo serio y mucho menos formar una familia

-Pienso de igual manera, soledad es el mejor regalo que puede existir, no muchos saben el valor que tiene estar solos

-Más si la vida te obliga a eso – respondió y yo asentí

Y tomamos un par de copas y colocaron una música suave en el restaurante

-¿Quieres bailar? – preguntó mirándome a los ojos

-Sí – le extendí mi mano, su mano tomo mi mano y mi cadera, y bailamos al ritmo lento y suave de la canción

-Tenía mucho tiempo que no bailaba – le dije bajito

-Yo también – susurro a mi oído

Y de un momento a otro ya no estábamos en el restaurante, estábamos en la mansión, en mi habitación, el quito mis zapatos, yo le desabroche la camisa y me choque con un hermoso pecho, el beso mi frente, quito mi vestido, nuestros cuerpos conectaron, como si fuéramos almas que estuvieron destinadas a estar juntas, pero que por alguna extraña razón habían sido separadas, me sentí completa, mientras nos dábamos cada beso y sus manos me tocaban en todas partes, era el mejor hombre con el que había estado definitivamente, y aun no me creía que me estaba yendo a la cama con el primer millonario que había tocado la puerta de mi oficina.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo