3- Matrimonio por contrato

Esa fue la primera vez en su vida que Eduardo  pisó tierra y se dio cuenta lo inmaduro que había sido hasta entonces.

El joven tenía veinte años y la apariencia atractiva de su padre,era  lo único en que se parecían porque Eduardo era muy inmaduro.

Dijo con una sonrisa pícara.—¡Tengo hambre!,prepara mi comida favorita,Clemencia.

Ese día regresaba   a la mansión luego de una semana ausente de casa,el ama de llaves lo recibió con cara de consternación.

—Esa cara Clemencia ¿Quién murió?

—Su padre,joven amo.

—No, tú estás relajando, esos no son juegos.

La criada le entregó una urna con las cenizas del difunto.Eduardo  lloró con desconsuelo,su padre se fue y nunca le prestó atención,por andar de fiesta con los amigos.

—¡No puede ser!.¡Mi padre!.

Su pecho se apretó  y sollozó  con desespero.

 Ocho días después el notario llegó  a visitarlo.

—Buen día,Eduardo.

—Hola Arteaga.¿Vienes a entregar los documentos que me acreditan como heredero universal?

—No tan rápido muchacho.Su padre dejó estipulado que no se dará lectura al testamento hasta que usted contraiga matrimonio.

—¿Es decir que no tengo acceso a mi fortuna?—Preguntó él joven extrañado.

—Así mismo es,tiene usted que mostrar el acta de matrimonio,todo éste proceso se hará según la voluntad de su padre.

¿Qué pasa si no cumplo ese requisito?

—En ese caso,ya tengo el nombre de la fundación a quién se le dará el dinero de la venta de todas las posesiones de su difunto padre.

¿Me dejará en la calle?

—Sólo tendrá un departamento y una pensión de manutención mensual.

¿Qué cantidad? supongo que suficiente para llevar una vida decorosa.

—El sueldo mensual de un empleado del consorcio,si quiere darse lujos tendrá que trabajar.

—¡No me jodas, Arteaga!,yo tengo una pareja estable,por mi no hay problema,me caso y ya.

—Contraiga nupcias y hablamos.

—No se preocupe abogado tendrá su acta de matrimonio.

—Que tengas buenas tardes  Bustamante,con su permiso me retiro.

El joven se colocó las manos en la cabeza y

exclamó--¡A caray!, ¿de dónde saco una esposa?

En las afueras de la ciudad los indigentes y personas de mal vivir hacen vida en las calles.Un Ferrari azul  recorre en forma sigilosa la cuadra,hasta detenerse en una esquina.

¿Qué se supone que buscamos?--le preguntó Richard a Eduardo.

—Un casino clandestino,se dice que hacen grandes apuestas,tengo algo de dinero,lo invierto y sobrevivo hasta tener mi herencia.

En la puerta del lugar una joven pide limosna,su ropa está sucia y la gente la esquiva. Un par de delincuentes se acercan a Eduardo y su amigo para asaltarlos con una navaja.

¡Suelten el dinero! ,y la llaves de ese auto.

—No me haga daño.

 La voz de Eduardo sueña aterrada.Y su amigo Richard lloriquea cómo una nena.

¡Ese par!,están atracando a esos muchachos.---Susurró Isabella.

La joven los conoce del refugio a dónde van los que no tiene casa. Todos los días a las cinco  de la tarde luego de oír una misa les dan un plato de sopa caliente y les ofrecen una cama para dormir.

¡Epa!,estos jóvenes son mis amigos .

¿Los conoces?

—Por supuesto.

Los vagos    piden disculpas y se retiran.Ella mira a los  jóvenes y reconoce a Eduardo.

—Mira que chico es este mundo,¿no te acuerdas de mí?

¿Debería?--Preguntó Eduardo con aire de arrogancia.

—Tú me echaste de ese apartamento y él me defendió.

¡Claro!,ya decía yo,¿de dónde más te podía conocer?,no tengo contacto con gente de baja ralea.

—Lo que me ganó por defender tipos prepotentes cómo tú.

¿Quieres dinero,aquí tienes?.Le dijo Eduardo mientras le lanzó varios  billetes,toda confundida por la situación ella le miró la cara.

—Le sobra el dinero por lo que veo,en otra situación me ofendería.

--Disculpe a mi amiga, señorita. --Dijo Richard.

¡Gracias por intervenir.Te ves más decente,no entiendo porque andas con este patán.

Eduardo la miró irritado y pensó en insultar a la joven,pero al detallar  su rostro,notó que no tenía pinta de mendiga.Una idea loca vino a su cabeza,las palabras de Arteaga rebotaban en su mente.¡Cásate y tendrás la herencia!

La joven se guardó  los billetes en el bolsillo  de tu pantalón y se dio vuelta para marcharse.

¡Espera mugrosa!

—¡Tu madre es mugrosa!

—No quiero pelear.

—Entonces deje de insultar.

—Estamos a mano,te metiste con mi madre y ella murió hace años.

¡Lo siento!,si quieres te devuelvo tu dinero.

—No, es tuyo y puedes tener más,te ofrezco un trato,ganaras mucho dinero.

Ella lo miró con cierta desconfianza.

—No voy a prostituirme, tenga su dinero.

—¡Por favor andrajosa!,¿te has visto la pinta?

—Otra vez me ofendes.

—Yo jamás me ligaría a una cómo tú, ven conmigo y estarás bien ¿o no quieres más dinero?

—Está bien iré contigo—Le contestó la joven.

¿Qué ya no hay casino?---Preguntó Richard.

—Ésto es más importante. 

Eduardo llevó a su amigo primero y luego se dirigió a su mansión.El auto entraba  a la zona más prestigiosa de la Ciudad.

—Hemos llegado,mi nombre es Eduardo Bustamante y necesito una esposa de mentira,solo firmas en el registro civil y luego vuelves a tu vida—Le explicó Eduardo.

—¿Me está proponiendo matrimonio?

—Es un empleo,míralo de esta manera,te pago un buen dinero y podrás vivir en un lugar decente,luego anulamos el matrimonio.

—¿Sín sexo?

—Tengo malos ratos,no malos gustos.

Ella sonrió,en otro tiempo le hubiese molestado,no obstante consideró que era la salida más viable para su situación.

—Aceptó,no parece nada complicado,pero ese trato lo quiero por escrito,no confío en nadie.

—No tan rápido,primero hay que  quitarte  esa facha.

—dijo él  mientras la conducía a una habitación de la lujosa mansión. 

—¡Oiga respete!,yo no soy ninguna pordiosera.

—Claro, y yo soy un galán de cine  —agregó con sorna-- báñate y te cambias esa ropa.

—No tengo otro vestido.

—Ya lo resuelvo.

Él fue a su habitación y le trajo un vestido.

¡Es lindo!

—Era de mi ex,ella no lo va a necesitar.

—Te dejo para que te bañes,te espero abajo,voy a mandar a preparar comida y luego vendrá  un amigo abogado con este contrato.

–Hola Ethan,necesito un favor tuyo,redacta un contrato de matrimonio con los datos que luego te aportaré.

El joven colgó el teléfono y su amigo no tardó en hacer presencia.

 Isabella bajó la escaleras y Eduardo se quedó sorprendido del cambio.

--Te voy a pagar veinte  mil dólares,la mitad al firmar y la otra mitad luego.

El abogado le tomó los datos y redactó un contrato sencillo en el qué la joven se comprometía a no reclamar ninguno de los bienes de Eduardo,renunciando a toda indemnización. Y Eduardo se comprometió a pagar el dinero acordado en un lapso no mayor de tres meses. Ambos firmaron.

La sirvienta les vino a avisar que estaba listo el almuerzo y el abogado se retiró.

¡Vaya,sabes manejar los tenedores!

—No siempre estuve en la calle.

¿Qué te pasó?

—Perdí mi empleo hace una semana y me echaron a la calle por no tener para pagar la renta.

—Viéndote bien hasta simpática, eres.

—¿Me está piropeando?

¿Qué edad tienes?

—Veinte años.

—Igual que yo.

Lo dice mientras la examina con su mirada penetrante.

—Un hombre tan guapo como usted, ¿por qué tiene que recurrir a comprar una esposa?—le preguntó mientras lo escrutaba con la mirada.

—Si no me caso no recibo mi herencia,tienes que hacer el mejor papel de tu vida.

—No se preocupe yo seré su esposa de mentira.

—Exacto,ese  matrimonio es sólo de papel.Luego que reciba mi herencia sí te he visto no me acuerdo—Añadió en forma tajante.

—Lo tengo claro,un hombre como usted nunca se fijará en mí.

—Eres linda,pero éste que está aquí no quiere compromiso con nadie.

 Él cabello de la cara de la chica.

—Usted me dice cuando y yo le firmo  esa acta de matrimonio.

—Vamos, no hay tiempo que perder andando a la jefatura civil.

Luego de firmar,el juez dijo. —Los declaro marido y mujer.Puede besar a la novia.

Eduardo apenas rozó los labios de ella.Fueron a la mansión.

—Vamos a la alcoba.

—Yo no iré a su habitación.

Él la miró con fastidio y ella accedió.

—Esta es una parte del dinero,dentro de un momento viene el notario a hacer la lectura del testamento.

—¿Qué tengo que hacer o decir?

—Nada,mantén tu boca cerrada y yo me encargo de lo demás,ya podrás volver a tu vida.

—Está bien,me quedaré  en silencio.

Eduardo le dio el día libre a los empleados para estar los dos solos cuando llegará  el notario.

—Tengo algo de hambre,ahora no hay personal que nos atienda.

Isabella buscó  en la alacena y la nevera y le preparó unas croquetas de pollo con una salsa improvisada y papas fritas.

—¿Qué jugo le gustará?,le llevaré de naranja.

Le mira sorprendido y exclama —¿Y ésto?

—Cociné para tí.

—Probaré a ver qué tal, ¡delicioso!

Le sonrió y bromeando le dice —De nada siempre a la orden.

Eduardo le devuelve la sonrisa y exclama—Sabes cocinar muy bien ,¿dónde aprendiste?

—Mi mamá me enseñó antes de morir.

¿Entonces eres huérfana de madre?

—Sí ella murió cuando tenía doce años—Responde mirando sus ojos él se incomoda un poco.

¿Al menos debes tener a tu papá?

—A mi padre no le conocí.Una tía se hizo cargo de mí,hasta los dieciocho así que me tocó salir adelante sóla.

El hombre le mira con atención mientras le habla sus ojos color miel se posan en ella.

—Esa mirada me recuerda a Victor. Ella lo observó en silencio.

—Yo nunca he trabajado,mi padre siempre me lo dio todo,falleció hace poco.

—Lamento tu pérdida.

La mirada del chico se tornó triste y luego de un breve silencio expresó —Ya sabes cuando llegue el notario quiero que des tu mejor actuación,métete en el papel.

—Sí claro eres mi esposo,tranquilo soy buena actriz.Esta actuación será digna de un premio Oscar.

El heredero le sonrió y ella seguía pensando.--No sé por qué me lo recuerda tanto,estoy obsesionada con ese mal hombre.

Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo