5- El reflejo de mi ex

—¡Hey!

El grito de Eduardo resonó fuerte en los oídos de Isabella que se sobresaltó un poco.

—No entiendo cuál es el escándalo,no soy tu moza para que me andes gritando.

¿A dónde vas? -Preguntó Eduardo en forma autoritaria.

—A  la calle,me siento encerrada en está mansión.

El joven la reprendió con malhumor —¿a hacer qué?, no me digas que  extrañas la calle,de dónde te saqué.

—Un momento,el hecho de que hayamos hecho un trato no quiere decir que mandes en mí.

Eduardo tenía sus ojos puestos en los de ella,por primera vez detallaba en forma minuciosa sus facciones,esos ojos claro y labios sensuales a pensar de ese pequeño rictus de amargura,le recordó a Victor, ella se desconcertó un poco y él bajó la guardia.

—¡Ven aquí fosforito!

—Mi nombre es Isabella. 

 El rumbo de la historia se torcía de a poco.El joven le había propuesto  un matrimonio por contrato, en el que vivirían juntos sin compromiso, pero ahora Eduardo la empezaba a ver de forma distinta. Isabella, por su parte estaba arrepentida de su decisión en el momento en el que se casó lo hizo  desesperada por tener estabilidad y seguridad,eso la motivó a aceptar  la propuesta.La unión falsa comenzaba a pesar,Eduardo era un tipo arrogante,prepotente y malcriado.

Al principio, Isabella y el joven millonario, se llevaban mal. A ella le molestaba su forma de ser, mientras que él la veía como una mujer interesada en ganar buen dinero.

Isabella no era mujer de estar encerrada entre cuatro paredes,se enojó mucho con Eduardo por  prohibir que saliera a la calle,luego entendió que él se sentía presionado por tener a Arteaga respirando en su nuca.A cada rato llegaba el notario con cualquier excusa sin previo aviso,un sólo paso en falso de ellos y se les caía el teatro.

–Si nos descubren,adiós apartamento,no quiero volver a la miseria.--Subió las escaleras y se encerró durante horas,cuándo  se le hubo pasado la ira ella fue a la recamara de Eduardo y le tocó la puerta.

¿Qué haces mi  general? —Preguntó  ella en broma.

—Viendo la tele.

Eduardo se encontraba  acostado en la cama con el control remoto en la mano.

¿Te puedo acompañar?

Él asintió con la cabeza,aunque le pareció extraño que ella se le acercara,los últimos días,sólo se le veía juntos en la presencia de Arteaga.

—Es la mejor comedia que he visto,nunca me canso de volver a verla.--Ella se le acostó por un lado,  Isabella se reía a carcajadas, él la miró absorto.—Es natural tu risa,me agrada.

¿Por qué no bajaste a almorzar?

—No tenía hambre.--Dijo él con voz queda.

Ella lo miró sin decir nada y Eduardo masculló—Ya dime de una vez.¿acaso viniste a disculparte?

—Aquí él que debe pedir perdón eres tú.

Los dos sabían  que eran  cómo el agua y el aceite,no obstante estaban conscientes de que se necesitan,aunque ninguno de los dos quería  ser el débil.Ella se acerca un poco más a Eduardo.

¿Te perturba mi cercanía?

—Para nada.

—Entonces no hay problema si estoy aquí en tu cama,ya que es obvio que no te inspiro ni un mal pensamiento.

—Podemos convivir como amigos,no te preocupes —Murmuró Eduardo.

¡Al fin estamos en sintonía!,a veces  eres un pesado pero no puedo permitir que mis interés se vean afectados por lo mal que nos caemos.

—Me alegra que lo entiendas,yo soy un pan de Dios,pero ésto de la herencia me tiene tenso.

— La gente dice que la riqueza no debe ser la prioridad,porque nunca serás feliz, y que hay cosas más importantes.¡cómo se nota que no han vivido en la calle ni sentido hambre!  

—Sí claro,el cliché de que el dinero no compra la felicidad,¡pero como ayuda!--Añadió Eduardo.

Ambos se rieron.Él tomó su mano al decirle—Disculpa estuve un poco ofuscado.

A ella le agradó el contacto de su mano en lo  miró esos ojos.

 y sus piernas temblaron, una extraña sensación de calor recorrió su cuerpo y sintió mariposas en el estómago.

—¿Me devuelves mi mano?—preguntó ella mientras mordió su labios inferior en forma sensual.

Él la miró con deseo.

¿Sí no quiero?—Añadió en tono juguetón.

Ambos se miran a los ojos y el tiempo parece detenerse con avidez él tomó su barbilla entre sus manos y la besó.

—Esto no es correcto,tenemos un trató y me iré apenas recibas tu herencia.

—Eres rígida todo el tiempo,acaso no te gustan los hombres.

—¡No soy lesbiana!

¿Entonces qué pasa?

—Yo no creo en los hombres,son todos unos mentirosos.Y tienen una vagina en lugar de cerebro.No debí venir a tu habitación.

—¡No te vayas!

Le rogó clavando su mirada penetrante en ella,Isabella se fue de prisa a su habitación, para la  cena llegó Arteaga y el teatro se activó. 

—Amor,dame un beso.No te apenes por el abogado.

—Si es por mí,hagan de cuenta que no estoy.

El notario sonrió y ellos se dieron un beso,el lado salvaje de ambos despertó,Isabella lo jaló por el cabello hacia ella,sus labios  se exploraron .

El abogado carraspeó y ellos se separaron.

—Disculpen que interrumpa el idilio,lo que  pasa es que tu padre me encargó que luego de comprobar el matrimonio le diera un obsequio a tu esposa.

¿De qué regalo se trata?

—Vamos saliendo a un lugar especial.

—¿A dónde?

—Es una linda sorpresa de parte de su suegro.

—Ese señor está muerto.

—Dejó un regalo para usted.

—Pero si jamás me conoció.

—Me encomendó éste detalle para la esposa de su hijo,antes de fallecer.

Fueron en el auto de Arteaga hasta una residencia en el área más lujosa de aquella ciudad.Grandes edificios y centros comerciales era lo que se veía.

—Vamos a entrar a éste edificio.

—Ya estoy poniendo impaciente.

—También yo amor,pero así de misterioso es Arteaga—Comentó Eduardo.

—Tú suegro te dejó este apartamento,no pertenece a los inmuebles de la familia Bustamante, dejó el dinero para comprar  éste lugar y apenas hoy fue adquirido.

—Es decir que es una dote por casarse conmigo. 

—Pues sí,le pertenece en forma única y exclusiva a tu mujer.Los papeles están a su  nombre por voluntad de tu padre.

—¡Que generoso mi papá!,pensó en mi esposa y a mi que soy su hijo que me lleve  el tren.

—No hables así de tu padre cariño que aparte de ser tu progenitor está muerto.

—Yo mejor me voy.

—Abogado disculpe un momento—Se excusó la chica.

—No se preocupe, señora la espero aquí en la sala.

Ellos fueron a una de las habitaciones del lujoso departamento.

—¿Te volviste loco?,con tu actitud dejas mucho que desear.—Le recriminó  ella.

—Es que mi padre me trataba como un extraño.

—En el fondo te amaba tanto que te protegía de tí mismo,madura y demuestra que eres digno de confianza.

—¡No me jodas!.Ahora no estoy para lecciones de vida,yo he sido paciente hasta ahora,pero si este abogado me sale con un chorro de babas,al cabo de un año , no dudaré en impugnar ese testamento.

—No te pongas bruto,así que flojito y cooperando a los dos nos conviene que cobres esa herencia así me pagas mi dinero y tan amigos como siempre.

—Pensé que te gustaba—agregó él mirándole con interés.

—Vamos  pisando tierra tú y yo somos como el día y la noche.—Objetó ella con nostalgia.

—Así no decías hace un rato,tus labios pedían que por favor me detuviera,pero tu piel me imploraba que no te soltara.

El joven la tomó por la cintura y la subió,a horcajadas sus piernas lo rodearon y sus labios se juntaron volviendo a besarse.

—¿Todo está bien por acá?—Carraspeó el abogado.

—De maravilla si todo está bien no se preocupe sabe cómo somos los recién casados —Añadió Eduardo bajando con suavidad a la dama.

—¿Le gusta el departamento señora Bustamante?

—Me encanta,lo voy a equipar poco a poco.

—Me alegro que sea de su gusto.

—Una pregunta, abogado.En caso de que algún día que espero que nunca llegue, por cierto,¿si nos divorciamos pierdo mi apartamento?

—Es una pregunta hipoteca,supongo,pero te diré que no,Victor no estableció nada de eso,así que es claro que es tuyo.

El rostro de la joven se tornó muy pálido y tambaleó,de no ser por Eduardo que la sujetó el piso era lo que la esperaba.

–¡Mi amor estás bien!

--Perdonen, es la emoción del momento,estoy agradecida con mi suegro, lástima que no lo conocí pero de entrada se vé que era un buen hombre.

—Ejemplar,mi amigo Victor fue un hombre intachable de una moral solvente.

¡Victor Bustamante!-- Ese nombre brotó de los  labios de la joven con sorpresa y se desmayó. 

Cuando despertó se encontraba en la clínica.Eduardo la miraba en silencio.

—¿Me dirás que te pasa?

—Nada,la emoción de tener hogar propio—Dijo mientras pensó—Claro Eduardo es el hijo que se negó a presentar,ahora entiendo,sólo trató de evitarme malos ratos.Eduardo salió al pasillo y Arteaga le preguntó por el estado de su esposa .El doctor que atendió a Isabella los interrumpió,tenía el resultado de los análisis en la mano. —¡Felicidades!,usted y su esposa tendrán un bebé. 

Arteaga y él doctor no se percataron de la cara de desconcierto de Eduardo.

—¡Te felicito,Eduardo!,tú padre estaría muy feliz de ser abuelo.

Eduardo no articuló palabra,estaba sorprendido,aunque aliviado de ver que Arteaga se había tragado el cuento de su matrimonio completico. 

En España la pasarela de modas hace su gran opening,la colección de verano es todo un éxito y la modelo Mikaela Indriago derrocha simpatía.

—Al finalizar éste desfile debo ir a ver a Mathias.

—Es lindo tu bebé,nunca me contaste quién es el padre.--Su mejor amiga trata de sacarle información y la mujer se ve exasperado.

—Eso no tiene importancia,es mío y punto.

—¿Sabes?, tu ex novio,va a heredar la cuantiosa fortuna de su padre.

—¿Te refieres a Eduardo Bustamante?

—Sí,la familia Bustamante encabeza la lista de millonarios del país,¿por qué terminaron?

—Amanda, estás preguntando mucho—Responde la joven con fastidio.

—Dónde hubo fuego cenizas quedan yo que tú regreso y hago mi lucha.

—Con permiso chicas—Dice el jefe de la casa de modas.

—Jean Pierre,¿qué pasa?

—Malas noticias Mika,te rescindieron el contrato.

—No me digas vale y ahora ¿Cómo voy a sostener mi estilo de vida?

—La solución la tienes en tus manos. —Le sugiere su amiga.

Mikaela es una mujer hermosa que atrapa las miradas por doquier con sus esbeltas piernas largas,es soltera y vive con su hijo el pequeño Mathias que tiene dos años.

—Hijo tendremos que regresar a New York,no puedo darme el lujo de que mi estilo de vida decaiga,la pobreza me causa alergia —Añadió la joven mientras observaba  a su pequeño.

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