En las frondosas montañas de Cunan, donde la luna brilla de manera inusual, se esconde el secreto mejor guardado del mundo sobrenatural: la cuna de los hombres lobo. Es ahí donde Anya, una cazadora con un trágico pasado que la hizo odiar a esa raza sobrenatural, debe seguir la pista del paradero de su hermana raptada mientras averigua una serie de crímenes violentos que han estado ocurriendo en el mundo humano. Para ello, debe engañar a Kael, el alfa y líder supremos de Cunan, haciéndose pasar por una representante de la ley humana. Kael presiente que Anya es una amenaza para su manada y para la paz que tanto anhela. Sin embargo, a medida que se ven obligados a trabajar juntos, la hostilidad inicial entre ellos comienza a transformarse en algo más profundo. Ninguno imagina que, en medio del caos, la pasión puede despertar sus más bajos instintos.
Ler maisAnyaDe todas las locuras que podía escuchar en la vida, jamás pensé que las bestias pudieran reconocer las etapas del ciclo menstrual en la que estaba una mujer con solo olerla. Era escalofriante, tanto o más como el hecho de que el olor de la ovulación hacía que los machos estuvieran dispuestos, de forma natural, a querer satisfacer las necesidades de reproducción de una mujer.En mi cabeza era algo demasiado animal y me hizo replantear la manera de ver los casos de los lobos a los que cacé por ser unas asquerosos acosadores.—En las mujeres humanas esto no se percibe, solo con sutiles síntomas que muchas veces no toman en cuenta, pero cuando pasa en una mujer loba, digamos que queremos tener sexo con ganas —dijo Waira con una sonrisa de oreja a oreja y no pude evitar sonrojarme a recordar la escena que había visto de ella horas
KaelLa humana era una caja de sorpresas y tenía un interés grande por descubrirlas.Había algo en ella que me llamaba, no sabía qué, pero sí entendía que era lo suficientemente fuerte como para que mi lobo también estuviese interesado, lo que por sí mismo era algo atípico. Si no fuera porque estaba seguro de que Bazir no la reconocía como nuestra mate, lo hubiese pensado al instante.Ella tenía un tipo de magnetismo que no había sentido con nadie.Había una atracción tácita entre los dos que ella desconocía y que agradecía que así fuera porque la diosa sabía qué sería capaz de hacer con ella. Me di cuenta, luego de varias discusiones, que no era una mujer que se doblegase, mucho menos que se dejase llevar por lo primero que veía. Ella no se quedaba quieta, le costaba, era como si tuviese que tener un hueso que perseguir hasta roer al grado de romperlo.Mujeres como ella no abundaban y eso era refrescante para mí, aunque resultaba una molestia en mis huevos porque me hacía la vida muc
AnyaDormir estaba sobrevalorado.Había dormido un poco por el cansancio, pero desperté en la madrugada para lograr mi objetivo. Nadie me iba a detener de intentar averiguar de forma disimulada sobre mi hermana. Desde que había llegado a Cunan no había tenido un tiempo propiamente a solas para hacerlo. Sabía bien que habían puesto ojos en todos lados, hasta revisaron mi auto en busca de algo sospechoso, lo que era de esperarse.Yo hubiese hecho lo mismo.Sin embargo, yo conocía muchas tretas para ocultar cosas, principalmente armas, así como había tenido la previsión de dejarlas en lugares estratégicos de la carretera por si necesitaba usarlas. Del mismo modo, había colado el informe del último rastro de Anne en mi maleta, cosido en un doble fondo y fue lo que saqué para analizarlo antes de hacer una búsqueda visual por Cunan.Según testigos de la fiesta, mi hermana iba con un vestido verde aguamarina de tiras, unos zapatos deportivos de color negro y una chaqueta de cuero similar. Er
AnyaBuscar en el territorio de las bestias era como buscar una aguja en un pajar.Me estaba cansando mucho porque no encontraba rastro alguno de mi hermana, así que tuve que hacer un extenso recorrido por los lugares cercanos al sitio donde hicieron la fiesta para intentar conseguir algo, sin embargo, había llovido y según el mismo Kael, la lluvia era capaz de borrar las huellas.—Buscar por aquí va a ser difícil —me dijo mientras yo exploraba el terreno—. Llovió y el agua tiende a arrastras todo, si había marcas de neumáticos o pisadas, no se van a ver jamás. Si algo se cayó, posiblemente esté arrastrado por el fango y eso no es fácil de oler.Eso me hizo fruncir el ceño.—¿Puedes olor objetos o cosas extrañas que desentonan del ambiente? —pregunté con algo de escepticismo.—Sí, por lo menos yo puedo hacerlo —respondió con humildad—. Los hombres lobo tenemos los sentidos mejor desarrollados que cualquiera, la verdad es que podemos percibir personas, animales y fragancias a kilómetro
Anya—Este símbolo no necesariamente quiere decir nada —dije con firmeza—. La víctima lo pudo tener en la mano por múltiples razones, tal vez lo consiguió de algún sitio...—Eso es imposible —dijo el Alfa de manera tajante.—¿Por qué es imposible? Yo creo que puede suceder, las casualidades existen.La frase sonó ridícula y todo el mundo me lo hizo saber con la expresión de burla sus rostros, fue como si hubiese dicho una completa estupidez.—Eso es cierto, las casualidades existen, pero ¿cómo pudo haber llegado ese símbolo a manos humanas cuando nuestra historia fue sellada con magia pura para que la humanidad no la conociera? Nadie podía saber del símbolo, así que indistintamente de cómo llegó, la verdad es que un ser sobre natural sacó la información fuera de nuestro círculo y la llevó a manos prohibidas —contestó el Sabio con firmeza.—¿Insinúas que la humanidad son manos prohibidas?El silencio en la sala fue sepulcral, pero yo no me amilané, al contrario, me erguí en toda la ext
AnyaEl lobo viejo me estaba tocando los cojones.No había mejor descripción gráfica para eso que ello y me daba un poco de risa el asunto porque ellos estaban haciendo acusaciones por doquier, pero la primera persona que recibió una respuesta grosera de parte de ellos fui yo. No me gustaban, eso estaba más que claro, les tenía recelo y era evidente que se me notaría como a cualquier humano con tres dedos de frente si está cerca de las bestias, sin embargo, estaban tomando una actitud por completo pesada al respecto.Me importaban tres pimientos sus secretos, me interesaba descubrir qué demonios era ese maldito símbolo, así que solo asentí para salir del paso y complacer al muy imbécil del Sabio.El hombre no era de mi agrado y si posiblemente lo hubiese matado en un suspiro, solo por la forma en la que me estaba viendo, como si yo fuera un maldito insecto.—Hago lo que sea con tal de que podamos investigar, les guste o no, entiendan o no, hay alguien matando humanos inocentes que sol
Kael—Llama a un consejo extraordinario de emergencia, ahora —le ordené a Jonás con prisa—. Quiero que venga un equipo de dos del centro de investigaciones a recoger el cuerpo y todo lo demás. Que tengan mucho cuidado y que lo lleven directamente a la morgue. Más nadie tiene acceso a esto, solo ellos dos, yo, la señorita Rosco, tú y Jeremía. Todos los demás tienen acceso restringido sin excepciones. Las personas entrarán solo conmigo presente.Jonás asintió con seriedad y se movió, yo no dejé de ver el símbolo con total respeto y cierto miedo. Lo que implicaba, las repercusiones que esto podría tener al mundo sobrenatural eran infinitas, y aunque podría ser una tontería, las consecuencias de un resurgimiento podrían ser devastadoras.—¿Qué demonios está pasando? —preguntó la humana y me miró con incertidumbre—. Y no trates de esquivarme, lo que sea que significa te puso tan mal que puedo jurar que tienes miedo.Yo no era el hombre más ecuánime del mundo, sin embargo, guardaba la compo
Kael Estaba a nada de negociar cómo serían los interrogatorios en la parte del territorio de Cunan que limitaba con la frontera noreste de Atenas cuando Jonás entró con prisa a interrumpirnos y me dejó con la palabra en la boca. —Señor, lamento molestar, pero algo sucede con los guardias que puso a cargo de la humana, no responden al enlace —dijo Jonás con preocupación. Eso me puso en guardia y miré a los delegados, estos asintieron a la solicitud muda para irme. Así que seguí a Jonás y este ya estaba en un auto con Jeremía y otros hombres. Todos estaban esperando mis órdenes, así que no me hice esperar. —Denme todo el contexto completo. —Waira fue a buscar a la humana como había acordado, la sacó de la casa a charlar y la llevó al sendero de las cataratas. Intento comunicarme con los guardias, pero estos no responden y la comunicación directa con Waira no se da —dijo Jeremía, su pareja, con cierto temor y la tensión llenó mi cuerpo. Waira era una de las lobas con telepatía más f
AnyaKael Kan era un grano en mi trasero.No había definición mejor para describir nuestra situación y eso era decir mucho, considerando que habían pasado días en los que no logramos hacer absolutamente nada de la investigación primaria debido a sus restricciones. Si no tenía el visto bueno de él, no iba a poder recorrer el territorio a mis anchas ni usar los métodos clásicos que las fuerzas de seguridad humana empleaban en los interrogatorios.—No podemos hacer lo que hacen los humanos al pie de la letra —me dijo por enésima vez al segundo día de haberle planteado mi plan—. Entiendo lo que dices y comprendo tus percepciones, pero no podemos ir y apresar a cualquiera para ser interrogado. Hay que tener indicios claros, no simples sospechas. Las leyes de Cunan son más estrictas que las del territorio humano, aquí tenemos que demostrar sí o sí que las personas son sospechosas porque hay indicios reales de que estuvieron involucrados en una situación irregular.—Es que la sospecha no acr