Carmen es una chica sin lobo de la terrible manada Sangre de la Luna. Toda la manada la trata como si no valiera nada. Aníbal, el futuro Alfa de su manada... es su mate. Pero él la rechaza inmediatamente porque piensa que es una humana débil, tonta y enferma, y sería una vergüenza que ella sea su Luna. Ella solo sueña con irse de la manada lo antes posible, pero Aníbal decide esconderla y ella termina siendo secuestrada lejos de la manada y trabajando un bar, casi como una esclava. Sin embargo, en ese horrible lugar encuentra a Xavier… un alfa que resulta ser su mate. Él está trabajando para destruir a varios alfas que se aprovechan de los humanos, y quien ha sufrido mucho por no tener su mate, transformándose en un alfa sin control y muy violento. Sin embargo, cuando Aníbal se entera de que ella tiene otro mate y es nada más y nada menos que su peor enemigo… decide que no quiere dejarla ir. Carmen se encuentra en medio de dos alfas enemigos, crueles y violentos… además escondiendo un don especial que los podría hacerlos aún más poderosos. ¿Cuál será su decisión?
Leer másCarmen Todos los alfas eran muy orgullosos de sus manadas, eso era un hecho. En general, solían pensar siempre que eran las mejores; nunca nadie en ninguna manada diría que otra era mejor, más grande o más poderosa, aunque internamente lo supieran. Yo había creído que ese sería el caso de la manada de Xavier, pero quedé completamente anonadada.—Esto es simplemente... no lo puedo ni explicar —decía encantada viendo los territorios, la manada parecía que no tenía fin. ¡Era gigantesca!Veía casas hermosas, granjas con cosechas ordenadas de forma perfecta, campos verdes, sembradíos, niños corriendo yendo a la escuela, gente pasando en bicicleta, y todo parecía tan ideal que pensaba que esto era imposible que sucediera.—Allá está la casa de la manada cariño —me señalaba él, y veía un edificio gigantesco, completamente blanco y majestuoso, con columnas altas y de formas refinadas. De repente me sentí más pequeña que nunca, como si fuera una diminuta hormiguita que se ha encontrado perd
Aníbal Por un breve tiempo, estuve a punto de creer que realmente había logrado salirme con la mía. No me gustaba cómo se había manejado todo; al contrario, me molestaba profundamente. El hecho de que Sangreoscura hubiera urdido un plan a mis espaldas y me hubiera engañado me perturbaba. Lo que saqué de la habitación de Su Majestad fue entregado rápidamente y oculto en el primer equipo que entró y salió del castillo, disfrazado de ayuda; no culpo a la gente del rey, el castillo era un caos. Y en el caos todo es posible.Como dije, era un plan casi perfecto. Solo que Xavier me obstruía el camino y poco veía a mi mate.La situación empeoró aún más cuando me enteré de que debíamos ir a la manada de ese imbécil. Colmillos Blancos era una manada tan poderosa que ni siquiera el hecho de que su alfa hubiera estado ocupado robándome a mi mate, había afectado su poderío. Sentí que, una vez más, había dado un paso importante para los planes de mis aliados, pero varios pasos hacia atrás para
CarmenNo sé realmente qué había sucedido, pero me encontraba en un lugar tan maravilloso. Sentía la brisa helada que me pegaba en la cara, escuchaba el cantar de los pájaros, el sonido de un río corriendo cerca y el sol que me cegaba.—Este sin duda tiene que ser el lugar más lindo del mundo— pensaba. De repente, pareciera como si me tomaran del brazo y me alejaran, ¡y yo no quería irme! Pero era tal la fuerza que me alejó de ese paisaje.Escuchaba unas palabras hermosas en una voz que amaba y lo último que pude ver fueron las montañas realmente altas y nevadas.Después sentí una calidez maravillosa. Como si fuese el sol mismo, pero esta vez no me cegaba los ojos, sino que me envolvía completamente, como si fuese una deliciosa cobija que me abrazaba. ¡Oh ese aroma! Naranjas en primavera, y supe a quién tenía cerca, ese sol que me acompañaba.—¡Mate... aquí estoy, mate!— me decía, y esa voz tan fantástica rebotaba en todo mi cuerpo.—Xa…— mi garganta dolía—Shhhh... estás bien... la
MarinaEra verdad lo que había dicho. Me sentía mejor que hace mucho tiempo, sea lo que haya hecho Carmen, me había ayudado, y también pensaba que tenía que ver con Bruno.Bruno, mi mate. No se había separado de mí, solo cuando había sido obligado, y con todo y eso, había peleado como un niño pequeño por tener que dejarme. Su forma de actuar me hacía reír. No podía creer que mi vida quizás iba a ser así de ahora en adelante: acompañada, querida, adorada, como si yo fuese alguien muy especial. Solo pensar en él me hacía sonreír mientras guardaba mis cosas y me preparaba para salir de la enfermería.Bruno había estado reunido viendo los temas del ataque y yo solo deseaba que él entrara por esa puerta y volver a verlo. Pero quien llegaba no era él, aunque la presencia de esa persona era sorpresiva, tenía tiempo sin verlo.—Su Majestad... —dije, intentando hacer una reverencia, pero él me detuvo.—Las reverencias están de más contigo, mi guerrera. Lo que has hecho... no tengo palabras.
Xavier— Tenías razón — me dijo mi amigo vampiro, pero esta vez, parecía ser una de esas ocasiones en las que uno preferiría haberse equivocado.— Aníbal está metido en esto — le dije y él asintió, llevándome a una de las salas de reuniones secretas del Rey, donde ya me esperaba Bruno. Debe ser algo importante para que utilicemos estos espacios.— Está involucrado, aunque no tenemos pruebas contundentes ni sabemos cómo demostrarlo—— ¿A qué te refieres?—— A que efectivamente, hay un cuerpo de loba en el jardín y todo indica que es de Luna de sangre. Tampoco tenemos muchos testigos que digan que lo vieron en cosas raras. No es de extrañar, el lugar era un caos — dijo él.— Esta mujer está implicada. La vi salir de la habitación de Aníbal. No es casualidad que haya llegado aquí al castillo — explicó mi Beta. Esta había sido una mala decisión desde el principio.— Lo sé, pero ahora estamos en más apuros que durante el propio ataque — dice Fabrizio.— ¿Más apuros? ¿Quieres decir que est
Fabrizio —¿Alfa… en qué momento se recuperó?— preguntaba el rey sorprendido. —El muy canalla seguramente ya tiene todo preparado...—susurraba Xavier mientras yo lo sujetaba. Una vez más el Gran Alfa se estaba saliendo de control. No que yo lo culpe claro. —Su Majestad... no recuerdo exactamente qué fue lo que sucedió. Solo sé que el desafío… me debilitó. No recuerdo más, pero después de eso me levanté con un griterío y rogues que me atacaban, me levanté angustiado pensando que iban a atacar a mi mate... creo que fue el instinto de protección lo que me hizo sacar fuerzas de donde no tenía y actuar.— —¿Actuar?— preguntaba Freya. —Así es... me uní a la batalla, ya se los dije a ellos, en el jardín— contestaba él. Los vampiros teníamos mejor vista aún que los lobos, y debía decir que el alfa tenía uno que otro rasguño, mientras todos aquí, todos y cada uno, nos habíamos ganado unas cuentas cicatrices. —¿Pero cómo? Estuvo días prácticamente en un sueño profundo, casi un coma— pre
Aníbal Fabrizio me miraba de forma sospechosa, como si ahora estuviera sopesando las palabras que decía su amigote. Y otra vez tenía que concederle al bruto que no estaba tan equivocado. Yo tenía algo que ver en todo esto, pero jamás quise hacer daño a mi mate. Estaba involucrado, pero no de la forma que piensan, es decir… ni yo mismo sabía que iba a ocurrir. Mejor, déjenme contarles como llegué hasta aquí. Lo último que recordaba era el desafío como ese fuego se presentaba frente a mí, yo realmente pensaba que podría ganar, pero había confirmado una vez más que todo esto era una locura. Cuando vi a Xavier pasara a través del fuego, a lo lejos; sabía que él había ganado, pero aun así tenía que llegar a ella demostrar que yo también podía hacerlo. Quizás luego encontrar alguna falla en su supuesta victoria y yo ganaría. Pero justo en ese momento las llamas hicieron cada vez más poderosas y yo me quedé atrapado en el lado de adentro y escuchaba los gritos aterradores de Xavi
Xavier —No entiendo, ¿cómo es que ella hizo esto? — pregunto. Realmente había sido una noticia muy muy buena… y una muy muy mala. La enfermería ahora estaba en el primer lugar de los lugares que más odiaba de todo este castillo. Primero estaba Marina y mi Beta que estaban ingresados, y ya la situación me parecía sumamente desesperada. Y ahora estaba nada más y nada menos que mi mate. Lucía diminuta y débil en la camilla mientras yo le colocaba varias cobijas. Su temperatura y presión estaban bajas, y ella se veía pálida. —Tu mate es especial, ya lo sabíamos. Te lo dije… puede curar — decía Fabrizio. —No lo sé amigo… ¿Cómo va a tener un don si está aquí en una camilla inconsciente, sin fuerzas, como si hubiese enfermado de repente? ¿Por qué no se cura ella misma? — digo yo angustiado. Pero nadie podía explicarlo. Los últimos eventos estaban sacando no solo lo peor de mí, sino también mis angustias y pesadillas. Y no hay pesadilla para un lobo que le pase algo a tu mate. Br
Fabrizio —Esperen… ¿Cómo sobrevivió Lucio? Se supone que nadie podía llegar hasta él…— dice Freya escandalizada. —Debe haber tenido ayuda… han pasado décadas, quizás bajamos la guardia— dice Alaric. —Tenemos que investigar…— dice ella preocupada. — Alguien debe haberlo encontrado, seguramente Sangreoscura, y quizás lo haya alimentado. Está buscando fortalecerse y venir contra mí— dice el rey, y veo cómo el resto se inquieta. —Por favor, ¿podemos volver al punto de lo que tiene que ver mi mate en esto? Suficiente con todo lo que ha sucedido…— pregunta Xavier, angustiado. —Bien… creo que viene mi parte, lo que he averiguado— digo. Y les cuento sobre la profecía, de lo que encontré en la biblioteca de Amelia, lo que escuché en los lobos que apoyan a Sangreoscura, incluso de los hermanos Dimitri y Darius. También como me ayudó Henry y la manada Medianoche. —Entonces, la señorita es la clave para esto, sin duda. El Rey de las Sombras es Lucio y el rey de rojo debe ser Su Majes