La cita con Simón estuvo increíble, mejor de lo que había imaginado. Nunca antes había saltado en parapente y, mucho menos, de noche. La experiencia fue alucinante. Mientras estaba en el aire, viendo toda la ciudad iluminada como un mapa de estrellas, me sentí verdaderamente libre. En esos momentos, con el viento acariciándome y la adrenalina recorriendo mis venas, olvidé todas mis preocupaciones. No había más problemas ni tensiones, solo existíamos Simón y yo, flotando en la inmensidad de la noche. Creo que, por primera vez en mucho tiempo, había sido feliz de verdad, sin reservas ni sombras.Cuando Simón me dejó en mi departamento, no pasó mucho tiempo antes de que me enviara un mensaje. Al abrirlo, descubrí que me había mandado una canción que quería que escuchara, diciendo que le recordaba a mí. Con curiosidad y una sonrisa en los labios, le di play a la canción. La melodía comenzó a llenar la habitación, envolviéndome con sus notas suaves y emotivas. Decidí seguir su consejo y es
Simón había dejado de transmitir. La pelirroja murió inmediatamente después. Qué lástima, ya hasta me caía bien. Alejé la máquina de su cabeza y la desamarré de la silla. Mientras lo hacía, el otro sujeto vociferaba todo tipo de maldiciones en mi contra. Ignorándolo, agarré a la pelirroja y la llevé hasta una de las mesas que había robado de la morgue. La acosté y comencé a desvestirla. A pesar de haber estado sometida estas últimas semanas a mi dieta estricta, tenía un cuerpo bastante bonito.Acerqué hacia mí una de las mesas con todos mis instrumentos de cortar y empecé a desmembrarla y despedazar todo su cuerpo. Tenía que cocinarla y dársela a los perros callejeros. De esta manera, la policía jamás descubría ninguno de los cuerpos; jamás dejaba rastro alguno. Rapé todo su cabello pelirrojo y lo quemé. Los restos los arrojé por la trituradora de basura.Terminé con la pelirroja y me dirigí hacia el otro sujeto, desamarrándolo del torso.—No me hagas nada, por favor —rogó, viendo cóm
Aún no tenía completamente claro qué quería hacer con Alice hoy, pero había algo que no podía negar; necesitaba verla. La urgencia de estar a su lado crecía con cada momento que pasaba, y sabía que cuanto más tiempo pasara con ella, más inevitable sería que se enamorara de mí. Con eso en mente, mi plan se desarrollaría a la perfección.Decidí que la mejor manera de captar su atención sería a través de un gesto romántico y cuidadoso. Así que me senté a escribirle una carta, una que surgió desde lo más profundo de mis pensamientos. En ella, cité una de mis citas favoritas del autor William Osorio Nicolás, una que resonaba con lo que tenía planeado para nosotros. La cita no solo reflejaba mis intenciones, sino que también mostraba una parte de mi alma que esperaba que ella apreciara.Junto con la carta, elegí enviarle un ramo de margaritas. Decidí optar por margaritas en lugar de las tradicionales rosas, porque, seamos honestos, las margaritas tienen un encanto especial y distinto. Querí
La cabaña era enorme; no se parecía en nada a la típica cabaña de madera que uno suele imaginar cuando piensa en una escapada en el bosque. Esta era, en realidad, más una mansión de vacaciones que una simple cabaña. Tenía dos pisos imponentes, con grandes ventanas de vidrio que ofrecían una vista panorámica del paisaje circundante. Al frente, se extendía un hermoso lago que reflejaba la luz de la luna y las estrellas, creando una atmósfera mágica y serena.Rodeada de altos pinos que se mecían suavemente con la brisa nocturna, la cabaña se erigía majestuosa en medio de la naturaleza. Su estructura moderna contrastaba con el entorno rústico, combinando el lujo y la comodidad con la belleza salvaje del bosque. El diseño arquitectónico, con amplios espacios abiertos y líneas elegantes, destacaba aún más bajo la luz tenue de la noche.Cuando imaginaba una cabaña en el bosque, siempre había pensado en una pequeña y acogedora estructura de madera, algo con un aire campestre y sencillo. Sin em
El amanecer rompió la quietud de la cabaña con una luz suave que se filtraba a través de las grandes ventanas. Me desperté sintiéndome descansada y curiosamente en paz, algo que no había experimentado en mucho tiempo. La vista desde mi habitación era simplemente espectacular, con el lago reflejando los primeros rayos del sol y el bosque que comenzaba a despertar con el canto de los pájaros.Después de una ducha rápida, bajé al salón principal, donde Simon ya estaba despierto y preparando el desayuno. La imagen era casi doméstica: él en la cocina, con una expresión concentrada mientras batía huevos en un bol.—Buenos días, Alice —dijo sin levantar la vista—. Espero que hayas dormido bien.—Sí, gracias. Dormí de maravilla —respondí, acercándome a la cocina—. ¿Te ayudo en algo?—No hace falta. Ya está casi listo —respondió, ofreciéndome una sonrisa que no alcanzó sus ojos.A pesar de su amabilidad, había algo en Simon que siempre me resultaba difícil de descifrar. Su cortesía era impecab
Mientras se preparaban para la confrontación final, Althea sentía una mezcla de miedo y esperanza. Sabía que el camino sería difícil, pero con Gabriel y Lucian a su lado, y la fuerza de su vínculo, creía que podían superar cualquier obstáculo. La batalla que se avecinaba no solo decidiría el destino del mundo, sino también el destino de sus corazones entrelazados.El día de la confrontación llegó con un amanecer sombrío, el cielo cubierto de nubes oscuras. El grupo se reunió en el claro, listos para enfrentar al ser oscuro. Althea sentía el peso del amuleto en su cuello y la carga de la responsabilidad en sus hombros. Gabriel y Lucian estaban a su lado, sus rostros reflejando la misma determinación."Esto es todo," dijo Gabriel, su voz firme. "Debemos estar listos para cualquier cosa.""Lo estamos," afirmó Lucian, mirando a Althea. "Juntos."Comenzaron a avanzar hacia el lugar donde Seraphin había predicho que el ser oscuro aparecería. El bosque estaba inquietantemente silencioso, com
El aire fresco de la mañana era un contraste bienvenido después de la intensidad de la reciente batalla. Althea, Gabriel y Lucian estaban reunidos en la cabaña de Seraphin, recuperándose lentamente de sus heridas. Sin embargo, una inquietud subyacente persistía en el grupo. Sabían que su victoria sobre el ser oscuro no era el final; algo más siniestro se estaba gestando.Seraphin, observando al grupo con sus ojos sabios y cansados, se acercó a la ventana y miró al bosque. "Hay algo que deben saber," comenzó, su voz grave. "La derrota del ser oscuro ha liberado una fuerza aún más antigua y poderosa."Althea, sentada junto a Gabriel, sintió un escalofrío recorrer su espalda. "¿Más poderosa? ¿Qué podría ser peor que el ser oscuro?""El ser oscuro no era más que un sirviente," explicó Seraphin. "El verdadero enemigo es una entidad conocida como Erebus, el Príncipe del Abismo. Su despertar ha sido provocado por la destrucción de su vasallo. Ahora, está decidido a recuperar su dominio sobre
Simon se despertó con una mezcla de impaciencia y ansiedad. Sabía que su audiencia estaba esperando su próximo lanzamiento con gran expectación. Se levantó de la cama, sintiendo la tensión acumulada en sus músculos, y se dirigió directamente a su computadora. La pantalla brillante lo saludó, esperando sus comandos. Con dedos ágiles, comenzó a redactar la actualización para sus seguidores."¡Atención, seguidores! Les traigo noticias emocionantes sobre mi próximo video. Estén atentos, porque la espera está por terminar. Estoy trabajando arduamente para llevarles contenido de calidad. Pronto revelaré la fecha de lanzamiento. ¡Estén preparados para emocionarse!"La mayoría de sus seguidores, al verlo en línea, sintieron una oleada de emoción. Estaban convencidos de que este sería el día en que Simon sorprendería una vez más con uno de sus videos tan esperados. Sin embargo, sus expectativas se vieron frustradas cuando vieron que era solo una actualización sobre la próxima publicación."Mald