Capítulo 36

Entonces, Dylan me mira directo a los ojos y me besa la frente y me sonríe, tratando de que se me baje la rabia.

Porque es cierto que siento pena por todo lo que he pensado de Gary, sin embargo, todo eso ha sido culpa de Dylan, quien no ha dado ninguna explicación más o menos decente acerca de la forma que han pasado las cosas.

A menos, claro, que las explicaciones hubieran dañado la sorpresa, pero.

¡Estuvimos en una estación de policía por su sorpresa!

¿No cree que si hubiera confesado la verdad, nos hubiéramos ahorrado un paseo en una patrulla de policía?

Pero, miro la joya y el buen trabajo que ha hecho, una especie de dije con el diamante montado en el centro del coral, con algunas perlas colocadas en sus diversas ramificaciones, todo colocado en una cadena de oro.

―Las perlas han sido todas idea mía, por supuesto―indica Gary, muy orgulloso de su trabajo, así que no me queda más remedio que comerme todo mi cabreo con Dylan y sonreírle―es uno de mis mejores trabajos―añade con una s
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