Siendo fuerte.⁵

Me quedé a ver cómo se marchaba seguidos por sus hombres después de que me rechazara con firmeza su propuesta y que me repitiera que regresaría en unos días para conocer mi respuesta.

Se subió a la camioneta, lo miré con el ceño fruncido antes de regresar con mi amiga y los niños, había terminado sus helados y estaban jugando con el balón que le había llevado ese.

Lyan se acercó y empezó hacer preguntas, no respondí, cambie el tema llamándole la atención. Le pedí seguir jugando con Maider.

Traté de mantener la calma, de que no me afectará el regreso de Kyle, era imposible, pero lo estaba haciendo bien, un esfuerzo por mi hijo, la habíamos pasado bien a pesar de todo, pero era momento de regresar.

Caminamos a casa, le conté lo mínimo a Sarah, fuimos a casa, cuando llegué y estuve más tranquila, hablé con mi hijo, me disculpe con él, él dijo que lo sentía por su comportamiento.

Prometió que no lo volvería a hacer, pero no podía engañarme, sabía que no dependía de él, era solo un niño, que aún no entendía muchas de las cosas que estaban pasando.

—Hija, lo que me cuentas es muy grave —dijo mami Flor cuando me dispuse a contarle mientras veíamos a Lyan pintar—. No tenemos opciones, no hay una persona en este pueblo que se pueda comparar con uno de sus abogados, estamos en sus manos, perdóname por no poder ayudarte monetariamente, desearía tener dinero para que no tuvieras que pasar por este tipo de cosas.

—Mami Flor, tú no tienes que pedirme perdón, tú has hecho más de lo que deberías, has estado conmigo, me has apoyado incondicionalmente, has sido la madre que un día tuve y que prefirió echarme a la calle, con tu presencia me doy por bien servida, que estés aquí es demasiado reconfortable para mí, no me quiero imaginar que haría si estuviera sola. Te amo, no te preocupes, ya encontraremos una solución.

Me abracé a ella, con ternura acariciaba mi cabello, me hacía sentir como una niña, la cual necesitaba mucho amor y apoyo, sus demostraciones afectivas, regeneraban mis energías, ella y mi hijo le daban sentido a mi vida.

Por ellos haría lo que fuese necesario, para protegerlos sería capaz de dar mi vida, de darlo todo, le dije que la amaba y me estaba despidiendo para ir a tomar una ducha.

—Hijita, lo he estado pensando y dándole vueltas al asunto y aún tenemos una última opción, sé que no te gustará nada, pero no tenemos más salidas, no tienes que hacerlo tú, solo debes estar conmigo, acompañarme y yo me encargaré del resto, no te aseguro de que vaya a funcionar, pero al menos podemos intentarlo.

—No mami Flor, si te refieres otra vez a la idea que me comentaste hace un tiempo, la respuesta es no, no voy a buscar a mis padres, no necesitamos su ayuda, es seguro que no querrán ayudarnos, recuerda cómo me sacaron de su casa.

Aún recordaba lo que me dijeron, habían pasado 6 años, en ese tiempo no se interesaron por saber de mí, no queria molestarlos, sabía que no les importaba saber de mí, mucho menos de mi hijo, si así fueran me hubieran buscado, era mejor dejar las cosas de ese modo, ya me las arreglaría, debía pensar en cuál de las tres opciones que me tenía sería la correcta.

—No, madre, no te preocupes, ya encontraremos salida.

—Hija, no puedes decir eso sin siquiera intentarlo, no te estoy pidiendo que lo hagas tú, hablaré con ellos, seré yo quién les pida ayuda, no te mencionaré, no sabrán de ti, solo llévame ante ellos, acompáñame a la ciudad, les pediré que me ayude.

—No digas eso madre, no puedo ver que tú te humilles nuevamente ante ellos, acaso no recuerdas la última vez, olvidaste cuando Lyan tenía tres años, que estuvo a punto de morir, olvidaste acaso que fuimos a ellos en busca de ayuda, nos humillamos, les suplicamos, era la vida de mi hijo, olvidaste que nos echaron de su casa como perros.

—Ha pasado tiempo hija, pueden haber cambiado de parecer.

—No, madre, si así fuera, ya me hubieran buscado, soy su hija, fui ante ellos suplicando por la vida de su nieto, recuerda lo que me dijeron, que una cualquiera como yo no podía ser su hija, que no podían ayudarme y mucho menos a mi hijo, que no querían saber de mí. ¿Acaso lo olvidaste nana?No permitiré que vuelvas a humillante de nuevo, antes prefiero aceptar la propuesta de Kyle, protegeré a mi hijo de todos modos.

—No hija, tú no te puedes casar con un hombre al que detestas, no lo amas, no conviertas tu vida en un infierno, porque eso será en lo que se convertirá, donde no hay amor no hay paz y dónde hay odio hay infelicidad y guerra. No serás feliz tú y hundirás al niño contigo, no puedes casarte con él, déjame ir con tus padres, déjame intentar convencerlo de ayudarte, por lo menos esta vez, sé que puedo hacerlo, déjame intentarlo, no me niegues la oportunidad de poder hacer algo más por ti, es mi única manera de ayudarte.

—Madre, no de este modo, no soy la chiquilla de la que Kyle se burló, se defenderme ahora.

Ella suspiró y acarició mis mejillas.

—Eres mi hija, no saliste de mí, pero te ha cogido como tal y así como tú estás haciendo cualquier cosa por Lyan, yo haré cualquier cosa por ti, si tengo que sufrir una humillación al menos lo intentaré, estoy vieja no me importa mucho. No quiero y no permitiré, que sin hacer nada, sin buscar otras opciones, tú te cases con un hombre al que no amas, que por el contrario, lo odias, así que quieras o no iré a la ciudad y lo intentaré, tú decides si vienes conmigo o prefieres que vaya sola, no podrás detener.

—Madre, por favor, piensa bien las cosas, yo sé que quieres ayudarme, pero humillando ante esa gente no es la manera correcta, no voy a permitir que lo hagas, entiéndeme, no puedo permitir que te humillen de esa manera, los conozco. Tú los conoces y sabes que no nos ayudarán, no pierdas tu tiempo, eres mi madre y no voy a permitir que te rebajes ante esa gente, no de nuevo.

—Es una posibilidad hija, podremos pagar un abogado a su nivel, Kyle no podrá salirse con las suyas.

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