Capítulo 2

Capitulo 2: 18 Años atras

Como todos los días, me encontraba absorta en mi trabajo. No hay nada que me apasione más que ver cómo, día tras día, la corporación crece y se fortalece. Soy una persona que valora el control y el orden; me gusta que todo se mantenga en su órbita, que cada cosa tenga su explicación. Por eso me he rodeado de los mejores: no solo elevan el nivel de excelencia, también le permiten a esta empresa expandirse como merece.

Siento su presencia. Sé que lleva rato esperando que le hable, pero prefiero que sea él quien toque la puerta. Finalmente, tras unos minutos más, un golpe discreto se escucha. Alzo la mirada.

"Adelante, Estefan" mi tono sale un poco más frío de lo que desearía, pero no entiendo cómo, después de tanto tiempo, él aún duda cada vez que viene a verme.

Debo admitir que me molesta que me interrumpan cuando estoy trabajando, aunque sé que él no lo haría solo para molestar. Es obvio que, si está aquí, es porque algo sucede.

Y aquí lo tengo frente a mí.

Mi asistente y mano derecha. A simple vista, es un joven bastante atractivo: mide 1,80 de altura, es musculoso, de cabello castaño, ojos negros y tez blanca. Aparenta unos 28 años.

Atractivo para las mujeres, inteligente y leal.

Este es Estefan, la persona a la cual no necesito decirle cómo hacer las cosas, solo pedirle que las haga.

Tiene una facilidad sorprendente para cumplir mis órdenes, desde las más cotidianas hasta las más complejas.

Lo único que a veces me molesta es esa timidez que muestra cada vez que viene a hablar conmigo… como si temiera molestarme por algo." “Bien, dime ¿qué información has conseguido?”  le pedo, sin perder mi más el tiempo.

“Han desaparecido un total de 12 niños, todos ellos de entre 3 y 4 años de edad, todos de familias humildes de bajos recursos” comienza Estefan “Hemos buscado por toda la ciudad y en estos momentos están rastreando el bosque, pero no tenemos ninguna pista para dar con el paradero de los secuestradores”

“Hay evidencia de que alguno de nuestra elite esté involucrado?, alguno nuevo que no sepa las reglas tal vez” le pregunto mientras escribo en el pc.

“Nada” me responde “No han dejado huellas, no hay cadáveres, ni hemos encontrado huellas de ningún forastero, no tenemos rastro de nada” nada repito en mi cabeza, ¿quién no deja una solo huella?

“¿Alguna solicitud de rescate?” le pregunto con algo de preocupación en mi voz, y no, no preocupación por lo mocosos, sino porque esto traerá problemas, investigaciones y gente dando vueltas y revolviendo el gallinero y eso no me gusta.

Estefan niega con la cabeza “No tenemos noticias al respecto. También me he puesto en contacto con otras familias, y ellos aseguran no saber nada y como siempre juran que jamás se meterían en tus dominios”.

“Entonces, ¿quién se ha atrevido a hacer esto?” murmuro más para mí misma que para Estefan, generalmente nadie entra a mis terrenos sin antes pedir autorización, mucho menos a robar menores, bandas de tráfico humano o de drogas tampoco los dejo entrar aquí, entonces que está sucediendo “Brinda todo el apoyo que puedas a las familias afectadas y no dejes de buscar respuestas. Esto es algo inusual, incluso para nosotros”.

“No pararemos la búsqueda y la ampliaremos a las ciudades cercanas” afirmó Estefan “Tendré que contratar más personal de nuestra elite y uno que otro rastreador de la cuidad del norte”.

“Está bien, puedes disponer de los recursos que sean necesarios y en cuento encuentres a los responsables tráelos ante mí, dejaremos un menaje claro de que no me gustan las sorpresas y que este es mi territorio” Estefan asiente sabiendo que pasara cuando encuentre a los secuestradores “ah y recuérdales las reglas a quien contrates, no tengo ganas de lidiar con más problemas” le recordé, dando por terminada la reunión y volviendo a revisar los documentos que sostengo en la mano.

“Por cierto, hoy es el cumpleaños de Isabela, y me pidió que te recordara que no podías faltar a la reunión que organizó” menciona Estefan cuando está en la puerta.

Suspiro, algo molesta por la insistencia de Isabela. Siempre anda dando vueltas a mi alrededor y aprovecha cada oportunidad para acercárseme, no entiende que lo que menos deseo es socializar, menos con una mujer tan alegre que le gusta ir de fiesta en fiesta y conquistar todo lo que respire.

A veces hasta siento pena por Estefan, desde hace algún tiempo lo he visto suspirando por Isabela y para ella él es invisible.

“Tengo cinco reuniones programadas, no tengo tiempo. Envíale un gran regalo, un auto o una joya, algo caro y llamativo para que no venga a cobrar sentimientos”.

"Vendrá de todos modos, usted lo sabe", me responde el sí tiene conocimiento de causa.

“Entonces dile que salí del país, que me fui al himalaya y que no sé cuándo volveré” le ordeno “invítala a cenar llévala de viaje no se inventa algo y evita que venga”.

“No creo que quiera cambiar su compañía por la mía” me responde

“Inténtalo, si solo ves como pasa de ti no tendrás oportunidad” me mira con cara de póker “Estefan son muchos años juntos para no conocernos, aprovecha que está de cumpleaños y lúcete”

“Lo haré” asiente y abandona la habitación.

"Gracias, Estefan", le agradezco mientras él avanza por el pasillo, sé que me escucho. Espero sinceramente que él encuentre la manera de distraer y mantener alejada a Isabela. A menudo resulta insoportable y parece no comprender que no necesito su compañía. Isabela es una mujer que no sabe respetar los límites, y en la mayoría de las ocasiones, me dan ganas de gritarle, en mis pensamientos más oscuros, arrancarle la cabeza, la mataría y después la metería a un refrigerador gigante, para que me deje tranquila. M****a, no puedo permitirme pensar en esas cosas, “recuerda que no debes causarle daño” me repito a mí misma, aunque Isabela es una excepción a todo razonamiento. Pero tengo muy claro que, si le hiciera daño a Isabela, nunca me lo perdonaría. Además, ella es extremadamente útil, y la razón más importante, no puedo dañarla porque es la hija de los que fueron los mejores amigos de mis padres. En teoría, deberíamos haber sido las mejores amigas, pero Isabela siempre parece tener intenciones que van más allá de la amistad, lo cual me resulta incómodo.

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