capitulo 4

— Dime algo "muchachita" ¿Cuántos años tienes?

— No le diré una mierda—le tuerzo los ojos y miró para otro lado .

— ¿Cuántos años tienes?—repite con voz pasiva y lenta tan lenta que parece borrar cada palabra dicha .

El se acuesta en un sofá mientras respira lentamente y cierra sus ojos .

— Niña haz caso y dile tu edad no lo haces enojar, míralo está tratando de no coger rabia.—dice la mujer cerca de mi oído .

— No me importa, yo no tengo derecho de revelar mi edad y menos a un desconocido—al decir la palabra desconocida el hombre se levanta del sofá y se encamina a mi .

— M*****a perra, acaso estás tratando de hacerme enojar!?—eleva su mano y sorprende mi mejilla con una gran bofetada .

— Carlos ya basta! —exclama la mujer interviniendo .

— ¡Qué edad tienes, grandísima zorra!—me dice el hombre con furia en su rostro, y no me quedó otra que decir .

— Tengo 20 años—el se acerca a su portátil y empieza a teclear, mis lágrimas amenazaban en salir pero las detengo y doy severos suspiros para no llorar .

— ¿ Cómo te llamas ?

— Estrella lember Scott—al oír mis apellidos él se detiene para fijar su mirada en mi .

— ¿ Espera, "lember"? tienes el apellido de un hijo de perra que traficaba droga por todo el país y más aquí en España, dime cómo se llama tu padre .

— Murac lember .

— Estas segura no mientes, porque de quién te hablaba era yusuf lember.—al oír el nombre de mi padre algo dentro de mi se marchita, no podía decir el nombre de mi padre temo a qué le pase algo a mi familia por eso mentí .

— En fin no creo que lo conozcas si no estoy mal creo que murió ya que nadie ha sabido de su existencia, pero volvamos a lo nuestro a eso que tanto me encantan las preguntas atrevidas .

¿Dime con qué apodo quieres ser reconocido ?

— Con ninguno solo quiero irme .

— Esta bien no digas yo mismo te colocaré tu apodo te llamarás; la sirena, dicho esto terminan las preguntas. ¡cachetona!—se refiere a la mujer de aspecto fatal— llévala al baño y dale un baño que apesta a cocodrilo .

— Está bien pero...después qué hago con ella ?

— Esperemos mañana para realizar la operación y le daremos un mes, para que se recupere ya después hagamos lo que queramos con ella .

La mujer asiente, me tomó del antebrazo y me saca de la oficina mientras vamos de camino al baño trato de convencerla para que me suelte .

— Señora por favor, déjeme yo sé que usted también está aquí obligado por eso escapemos juntas .

— Calla tu estúpida boca niña, yo estoy aquí porque quiero, además con el tiempo te acostumbrarás y estará será tu casa .

— No, y no déjeme—intento zafarme de ella sacudiendo mis brazos y ella me agarra más fuerte aprovechó la desventaja que tiene contra mi y son sus tacones, impulso mi pierna hacia arriba y le doy con mi pie en el tacón, ella me suelta de inmediato para quejarse .

— Auch, m*****a niña .

Corro sin rumbo por todo el club los hombres del lugar me miran extraño pero yo sigo en lo mío que es escapar escuchó en el fondo la voz de la cachetona gritando a todo pulmón .

— ¡Henry, Jesús, no la dejen salir !

Los escoltas al percatarse de la situación cierran las entradas y salidas del club .

— Por favor señor déjeme salir .

— Vuelve a tu cubículo!—me grita uno de ellos y me tomó de la camisa, tengo la mala suerte de tener las manos atadas o de lo contrario le hubiera golpeado la cara a este baboso .

Poco después la cachetona llega a la entrada con algo de dificultad por sus enormes tacones .

— Henry llévala al baño y desvistela—dice con voz agitada .

— pero señora no tengo esa orden el jefe se enoja .

— Oye estúpido que la lleves la castigaré —desvía sus ojos a mi con odio— te defendí de las garras de Carlos y ahora tú me pagas escapándote .

El hombre me lleva de arrastre mientras yo pongo resistencia pero nada me es difícil .

— Camina rápido mensa—me exige, yo hago caso a lo que él dice y camino rápido, justo ahora estamos bajando unas escaleras .

Al pisar el último escalón la voz de un hombre hace que en cuestiones de segundos Henry me suelte .

— Ey no la maltrates!—me volteo en dirección a la voz masculina

— Callado te ves más bonito Marcus—dice el hombre y me aprieta más el antebrazo, Marcus o como se hace llamar se levanta de su asiento y se acerca a mí, su perfume despierta mis sentidos y sus ojos los cuales están llenos de arrogancia y maldad viajando por todo mi cuerpo y su rubia melena entona con sus ojos

— Señor ayúdeme, ellos me trajeron a la fuerza yo solo quiero estar con mi padre, por favor señor .

Se echa a reír de una manera incontrolable para después colocarse detrás de mí, su respiración hace mover mi cabello rosa y mis manos empiezan a temblar y eso delata mi temor, él recoge mi cabello con sus manos y luego olfatea mi cuello una y otra vez .

— No tengas miedo mamacita todo estará bien .

— Señor por favor ayúdame—insisto asustada sin perder las esperanzas de que él me ayude .

— ¿Cómo se llama ella?—le pregunta a Henry y este frunce sus hombros sin importancia .

— No tengo idea solo se que es de las nuevas .

— Ah es nueva, se que pronto se acostumbrara a este sitio .

Mientras ellos hablan son interrumpidos por el sonido de los tacones de la cachetona .

— Hola pequeño Marcus no sabía que estabas por acá .

— Si solo pasaba para tener un rato de diversión con alguna de las chicas, y de paso me encuentro con esta mamacita .

— Ojo con ella es nueva. Aún no se sabe si la subastarán o será una trabajadora más.

La mujer me jala del otro brazo junto con Henry y me llevan hasta el baño no sin antes el muchacho llamado Marcus dice .

— Juro que será mía primero .

— Eso lo tendrás que consultar con Carlos—responde ella de forma indiferente .

Él asiente y se marcha del lugar, este hombre me parece bastante sospechoso pese a que es muy atractivo, todavía no comprendo porque una persona tan linda sería partícipe de este plan macabro .

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