La novia fugitiva del CEO vengativo
La novia fugitiva del CEO vengativo
Por: LauraC
Capítulo 1 ¡No estoy de acuerdo papá!

La brisa de la tarde jugaba con el vestido de Amelia mientras caminaba por el jardín de rosas de su mansión.

Las flores despedían un perfume embriagador y las risas de los niños jugando en el césped llenaban el aire.

La elegante casa colonial que se alzaba detrás de ella parecía un castillo de ensueño, y lo era, en todos los sentidos.

Ella era Amelia Hastings, heredera de una de las fortunas más grandes de la nación, y esta era su vida: un cuento de hadas hecho realidad.

Las revistas de sociedad se habían rendido ante su belleza y elegancia, y su fortuna la había convertido en la envidia de todos.

Pero Amelia deseaba algo más, deseaba el matrimonio. Deseaba encontrar un amor verdadero, que no la quisiera por su fortuna, sino por quien era ella en realidad.

Y entonces, llegó la noticia que cambiaría su vida para siempre.

Su padre, el poderoso magnate de las finanzas Charles Hastings, había concebido un plan audaz para asegurar el futuro de la familia y la fortuna.

Un matrimonio por contrato con uno de los “solteros” más codiciados y enigmáticos del país.

Sin embargo, Amelia sabía que ese acuerdo matrimonial no era más que un trato de negocios, y eso si que la frustraba, pues nunca había visto ni siquiera por primera vez a aquel hombre con el que estaba a punto de casarse.

—Padre, te juro que no puedo hacerlo ¿Quién en sus cinco sentidos se casa sin conocer al novio? —Amelia se sentó en la silla de al lado de su padre, estaba hecha un mar de frustración.

—Tienes que hacerlo Amelia, es un hombre con demasiado prestigio, la unión de nuestros apellidos hará que nuestro emporio crezca mucho más, serás la envidia de todas las mujeres de la ciudad, además obtendré el puesto en la cancillería que siempre he deseado, el abuelo de Maximilien me lo concederá de inmediato ustedes se casen.

Amelia lo miró con nostalgia y se levantó de su lugar.

—¿Y a cambio de que papá? Mira a tu alrededor padre, mira nada más todo lo que ya tienes en tus manos, tanto poder, tanto dinero, ¿me estás cambiando por un puesto?

—No es un puesto cualquiera, pronto podría llegar a la presidencia, además salvare su empresa con una pequeña financiación que haré, lo salvaré de la quiebra, es un hecho, ya no puedes negarte mi querida Amelia, el contrato está firmado, además su apellido y el nuestro harán que ardamos de poder.

Amelia miró a su padre con demasiada ira, ella era una mujer independiente y madura, fiel creyente en el amor, y  el plan de su padre era descabellado.

—¡No estoy de acuerdo papá! ni siquiera lo conozco, ¿acaso ese hombre si está de acuerdo en casarse conmigo? Si es que nunca nos hemos visto en persona, es más, no lo he visto en una sola foto ¡papá por favor!

En ese momento la madre de Amelia se asomó al jardín al escuchar los gritos de su hija.

—¿Qué está pasando aquí?

—Mamá dile a mi padre que no me quiero casar por contrato, dile por favor—la madre de Amelia agachó su cabeza avergonzada y en un hilo de voz le respondió.

—Cariño lo siento demasiado, yo no puedo hacer nada, el contrato ya está firmado, el futuro de esta familia depende de esa boda, lo siento mucho hija.

Amelia los miro a los dos, no comprendía porque sus padres se habían empeñado en esa locura, el matrimonio sería en solo tres semanas y a sus espaldas ya habían hecho todos los preparativos.

Cabizbaja se centró en sus pensamientos sin saber qué decir o hacer. 

<<No puedo creer lo que me están haciendo, yo puedo decidir por sí sola, no soy tan frágil como ellos asumen>> Amelia pensó, se paró frente a sus padres y decidida los enfrentó:

—Definitivamente, me tratan como si fuera una niña, ¿se les olvida la edad que tengo? ¡Yo puedo decidir con quien casarme y con quien no!

—¡Pero no te has casado Amelia! —el padre refuto —y en nuestra familia tenemos costumbres, necesitamos que nos des nietos, que tengas una familia, un buen nombre, ¡te casas! No hay vuelta atrás.

Amelia negó con la cabeza y enojada se fue, dejando con la palabra en la boca a sus padres.

Los días pasaron más rápido para ella, el matrimonio era un hecho y el gran día había llegado.

Se miró al espejo, ya estaba vestida de novia, tenía puesto un precioso vestido hecho por un gran diseñador de la ciudad, estaba lleno de detalles y pedrería que iluminaban cada paso que ella daba, pero su cara estaba llena de una tristeza muy marcada.

Mientras tanto en la mansión Archer, Maximilien estaba dándose los últimos retoques, se miraba al espejo y se alababa a sí mismo, su belleza e ímpetu era la envidia de todos los hombres del lugar, acababa de llegar del extranjero, y aunque no conocía su prometida, la había visto en fotos cientos de veces, además, el puesto real que ella ocupaba era realmente conveniente y ni hablar de las condiciones que tenía su abuelo para poder asignarlo como el gran CEO de la más grande empresa exportadora del país, un cargo que no podía darse el lujo de perder.

—Mi amor, estás espectacular, pero no entiendo cómo es que te vas a casar con esa mujer, yo sé que todo es falso, pero no deja de lastimarme—Selene, la novia de Maximilien se abrazó a su espalda y lloró desconsolada

Maximilien se giró hacia ella, tomó su rostro con sus dos manos y le dio un apasionado beso en la boca.

—Preciosa, en cuanto se cumplan los dos años  del contrato, me voy a divorciar y me casaré contigo, serás mi mujer, aunque mi familia se oponga, solamente me caso porque mi abuelo está enfermo, y prometí que cuidaría de esta familia, soy el único hombre que queda, debo sacar la cara por ellos. 

—Yo no quiero seguir más en esta relación secreta, pero solamente tienes dos años Maximilien, solo dos para que tu esposa sea yo y tengamos la familia que siempre hemos querido, sí, sé que tu abuelo está enfermo, pero quiero ser yo quien ocupe el lugar de esa mujer.

Maximilien se acercó a su novia, le dio un beso en la frente, acarició sus brazos y le sonrío.

—Preciosa, será por poco tiempo, después de que maneje Archer y asociados, mi abuelo no podrá controlar nada en absoluto, quédate tranquila, además mi futura esposa se ve que es una mujer muy sumisa, no tendré problemas con ella al momento de divorciarse, no te preocupes, por eso no he querido conocerla, porque no quiero crear ningún vínculo, es más desde está noche ni siquiera dormiré a su lado, nuestra relación seguirá todo el tiempo, nada ni nadie nos va a separar, me debo solamente a ti. 

La novia de Maximilien lo miró angustiada, sabía que él la amaba y estaba enamorado de ella, pero para Selene, el dinero también era muy importante, así que se sacrificaría un par de años.

Christopher, su abuelo, era un controlador empedernido, y haría hasta lo imposible por cumplir con sus objetivos, y no había nada más importante que casar a su nieto con la hija de un prestigioso empresario.

La boda de Amelia y Maximilien retumbaba en toda la ciudad, los hijos de los magnates más poderosos del sector de la exportación unirían sus vidas en una maravillosa boda, todos los hombres y mujeres envidiaban la posición en la que estaban; los medios de comunicación estaban frente a la iglesia, toda la familia de los comprometidos, amigos, conocidos, políticos y empresarios.

Todos estaban reunidos para ser testigos de una de las más grandes uniones en el país.

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