- Señor, hoy es el cumpleaños de su esposa, ¿de verdad no quiere volver al departamento? - comentó el chofer de una camioneta lujosa.
- Te advertí que no hablaras de ella - le contestó furioso un joven pelinegro frunciendo el ceño.
- Lo siento, señor - mencionó apenado el empleado y solo se limitó a seguir manejando de regreso a la empresa.
El pelinegro solo hizo una mueca antes de acomodarse en su asiento y volver a mirar el paisaje a través de la ventana.
El nombre de esa persona era Roger Petrovic, el CEO de la empresa tecnológica más importante de la ciudad. Era el orgullo de la familia, un joven casi perfecto... pero su apariencia y talento eran opacados por su único defecto: la m*****a cosa que vivía bajo su mismo techo, esa gran molestia que le arruinó la vida.
Él frunció el ceño al volver a pensar en ella, en verdad la odiaba tanto que hasta maldecía su mera existencia y se preguntaba ¿por qué no se moría? porque para su desgracia estaba atado a ella por toda la eternidad porque así se lo ordenaron.
Él soltó un suspiro al llegar a su empresa y fue a seguir con su trabajo.
Tras un rato, él buscó acomodarse en su asiento y cerró los ojos un momento, para así poder tener un pequeño descanso y despejar su mente de todos los pendientes del día, aunque el trabajo no era lo que lo tenía así de estresado y cansado…
- ¿Señor Roger? – en eso el pelinegro frunciendo el ceño aun con los ojos cerrados, porque odiaba ser interrumpido en sus propios pensamientos y al mirar a su derecha se encontró con un chico pelirrojo – ya despierta – le volvió a decir.
- ¿Qué quieres Fabián? - dijo abriendo los ojos.
- Usted me ordenó que le recordara la hora – le contestó.
El pelinegro ahora miró a su izquierda donde estaba el reloj de mesa de su escritorio y vio que este marcaba las 5:15pm.
- Cierto, gracias – mencionó colocándose de pie mientras acomodaba sus ropas y al estar satisfecho con su apariencia, se encaminó a la salida – dile que tengan listo mi carro y oye pediste…
- Sí – le interrumpió haciendo una mueca— ya está todo listo: el auto y los regalitos que siempre lleva.
- Hm… gracias – declaró el pelinegro saliendo de la oficina con una gran sonrisa dibujada en sus labios.
- … - Fabián solo vio eso y dejó escapar un suspiro mientras negaba, porque en verdad no le parecía correcto lo que su jefe estaba haciendo, al menos sentía que esa no era la forma correcta de hacer las cosas, pero sabía que su opinión no sería escuchada.
Al llegar al estacionamiento, un empleado le entrego las llaves de su lujoso deportivo negro y los regalos que Fabián le compró.
Le agradeció al empleado y al poner las cosas en el auto, él se puso en marcha para ir a su cita especial.
El lugar al que acudía con alegría era al más lujoso hotel de la ciudad.
Al llegar dejó su auto a cargo del servicio del hotel y tomando las rosas y el regalo que había llevado, bajó del auto y caminando a paso lento ingresó al interior del lugar.
Como era costumbre al llegar, varias de las mujeres que estaban cerca se le quedaban mirando y murmuraban emocionadas por lo guapo y sexy que era, palabras que solo alimentaba su ego, haciendo que sonriera de forma arrogante.
- Mi amor – justo en eso el pelinegro sonrió y al girarse vio a una hermosa rubia de cabello largo y lacio, la cual poseía un cuerpo muy curvilíneo, llegar a su lado para besar sus labios.
- ¿Te hice esperar? – le preguntó cuándo ella se le acercó.
- Sabes que por ti esperaría siempre mi amor – le contestó ella, dejando notar el amor que nacía en su mirada color esmeralda.
- Lo sé, ten te traje un regalito – indicó coqueto ofreciendo las flores y un estuche de cuero negro.
- Ah… mi amor, que detallista – mencionó ella tomando las flores y oliéndolas, para luego abrir la caja encontrando un hermoso collar de diamantes – ah… Roger.
- Lo mejor para mi amada – opinó coqueto.
- Sabes… yo también te tengo preparado un regalito – le susurró ella de forma coqueta mientras hacía que su cuerpo rozara contra él de él de forma insinuante.
- Hm… interesante – dijo divertido sujetándola de la cintura para empezar a caminar hacia el elevador con el fin de llegar al cuarto que siempre rentaban para poder pasarla bien.
La habitación era una de las suites más lujosas y caras del lugar, la cual en ese momento fue preparada con decoraciones románticas con velas, flores y hasta la tina estaba llena, lista para que ellos la usaran y tuvieran un hermoso momento romántico.
- Sí que lo has preparado todo Sophia – opinó Roger al ver todas las decoraciones.
- Claro que sí mi amor y por cierto: feliz aniversario – decía coqueta dándole un beso apasionado.
El cual pasó rápidamente a uno más fogoso por lo cual cerraron rápidamente la puerta mientras las manos de ellos buscaban arrancar la ropa del contrario, ya que deseaban comenzar con su noche especial.
Fue una gran noche llena de pasión para los jóvenes amantes, la cual prometía alargarse hasta la madrugada, pero justo cuando el reloj marcaba la una de la madrugada, el teléfono de él empezó a sonar.
- Ah… no… no contestes – se quejó Sophia buscando atraer a su amado a otro beso.
- Espera… - indicó enojado alejándose un poco para tomar su teléfono y contestar sin mirar el remitente - ¡QUE! – gritó molesto, pero nadie le contestó, por lo que miro a ver el número y noto que la llamada provenía de su casa, por lo que se separó bruscamente de su rubia para sentarse en la cama - ¿qué diablos quieres? – preguntó y como respuesta recibió el sonido de unos golpes al micrófono.
- ¿Quién te está molestando mi amor? – preguntó la rubia tomando las sábanas de la cama para cubrir su desnudez.
- Nadie – le dijo mirándola con cariño, antes de regresar su atención a la llamada – y tú deja de joderme, no voy a ir a casa así que duérmete y no vuelvas a llamarme.
- De nuevo esa imbécil te está molestando – se quejó ella frunciendo el ceño.
- Si.
- Bueno déjala y regresa a la cama mi amor, ya empiezo a tener frío – mencionó la rubia quitándole el teléfono y sin colgarlo lo tiró al suelo, para hacer que él se recostara en la cama y ella se colocara encima de su cuerpo para seguir en lo que estaban.
- … - la persona que estaba al otro lado de la línea empezo a escuchar como ese par empezaban a tener sexo, provocando que empezara a derramar lágrimas silenciosas y no colgó hasta que escucho como ellos se declaraban amor eterno.
Al colgar esa persona busco secar sus lágrimas y apagar la grabadora que había colocado en el teléfono para grabar esa llamada.
Ciertamente era la última pieza que necesitaba para llevar acabo eso, pero aunque sabía que no era amada, le dolía haberlos escuchado teniendo sexo… e igual estaba feliz de recordar que esa mujer era tan arrogante y presumida, por lo cual no terminó la llamada dándole la prueba final de la infidelidad de Roger.
Curiosamente la persona que le había llamado a Roger era la causa de sus problemas y males: su esposa legítima.
- Entonces ¿si los grabaste teniendo sexo? – preguntó una voz femenina al teléfono.La otra persona le dio algunos golpes al teléfono comunicándose en clave morse: “Si, ella no colgó”- Excelente… am… bueno amiga ya sabes…“Descuida, te entiendo”- Mañana que te lleve tu pastel y tu regalo, me das esas pruebas para que se las pase a mi esposo y ya ponga la demanda de divorcio.“Gracias”- No tienes que dármelas, bueno descansa – indicó la persona terminando la llamada.La mujer que se había comunicado en clave morse solo dejo escapar un suspiro y en eso volvió a sentir como sus ojos picaban y amenazaban con volver a llorar, porque recordar todo lo que escucho y como su esposo le decía te amo a su amante, dolía.A paso lento se dirigió a su habitación y al pasar por el gran espejo que estaba en el pasillo se quedó mirando por un momento su reflejo.Sinceramente el reflejo era de una mujer hermosa de cabello castaño algo ondulado, ignorando que en ese momento sus ojos estaban hinchados
Al llegar al hospital, la pelinegra fue quien habló con su médico pidiéndole que le hicieran una revisión completa a su amiga, porque no se encontraba bien e igual le contó que la vio vomitar.El médico al escuchar lo que había pasado y notar que la joven castaña se miraba algo pálida, en seguida ordenó que le hicieran un examen completo para encontrar el origen de su malestar.“Caro, tengo miedo” – le decía Débora, porque le aterraba pensar que tuviera algo malo y jamás lo noto y ese miedo creció al ver que le aplicaron varios exámenes.- Tranquila, sea lo que tengas aquí estoy a tu lado para apoyarte ¿sí? - le comentó tomándola de las manos para buscar transmitirle calma. La castaña solo asintió y tras esperar unos minutos, llegó una enfermera con los resultados de los análisis.- Gracias preciosa – le dijo coqueto el médico guiñándole el ojo, provocando que ella solo sonrió y de forma lenta se girara para salir del consultorio, provocando que las amigas rieran ante esas acciones.
La salida fue algo bueno para Débora, quien se miraba más alegre por lo ocurrido, ya que hasta comieron fuera y Carolina le compró un regalo de cumpleaños.Al terminar de comer, regresaron juntas al departamento de la castaña, porque Carolina insistió que no la quería dejar sola en la calle.Las amigas avanzaron con tranquilidad entre risas y charlas, llegaron al edificio de departamentos y tomaron el elevador.Lamentablemente el agradable ambiente terminó cuando salieron del elevador y vieron a una mujer mayor golpear y gritar la puerta de la casa del departamento de la castaña.- MALDITA MUDA ¡ABREME! – gritaba una mujer mayor de cabello negro platinado, la cual seguía golpeando la puerta sin parar, hasta que noto la presencia de ellas a su lado - TU ¿quién diablos te crees? – declaró mirando con odio a la castaña - ¿por qué no estás en casa? ah… ¿quién te dijo que podías salir? tch… con razón mi pobre hijo sufre por tu culpa.- Señora Petrovic, si sabe que este es un edificio de de
Tras el escándalo, Roger acompañó a su madre de regreso a su casa, no sin antes amenazar a Débora diciéndole que en la noche hablaría seriamente con ella sobre este asunto.- Ah… gracias hijo mío – decía aliviada la mujer al llegar al auto - pero ¿cómo lo supiste?- Fabián recibió una llamada de uno de nuestros amigos de la policía, quien nos informó que estaban enviando a un par de oficiales a la casa - le dijo ayudando a subirse al vehículo - por eso salí de la oficina para ver que habia hecho esta idiota, pero jamás pensé que ese estúpido Cooper tratara de hacer que te arrestaran. - Oh dios… lo lamento mi amor, pero es que sabes que me enoja que me hagan esperar e igual no pensé que esa idiota saliera de la casa.- Ni sabía que salía de la casa, pero ya pasó madre y en la noche la regañare por ser tan irresponsable y atreverse a dejarte fuera del departamento, haciendo que pases un mal rato.- Sí hijo, castígala para que no vuelva a hacer eso de salir sin avisarnos.Fabián solo es
Sin que la pareja lo notara, había alguien que les estaba siguiendo y logró grabar su conversación e igual les saco varias fotos como evidencia. Al ver que se retiró esa persona que los estuvo siguiendo busco llamar a su jefe para notificarle lo que consiguió. - Perfecto, regresa a la oficina con cuidado – le dijo su jefe terminando la llamada – ah… en verdad que es el colmo del cinismo – opinó un hombre pelinegro, cuya mirada color zafiro demostraba enojo en esos momentos. - Ciertamente es una buena noticia para ti como abogado, porque con todas estas pruebas ganaremos el caso – le comentó su compañero, un joven pelirrojo – tu fama aumentará con esta demanda. - Lo sé, pero no lo hago por eso, sino porque ella es la amiga de mi esposa y me ofrecí a ayudar no por la fama si no porque no me parece justo que le hagan eso a esa pobre chica – mencionó tomando su saco para ponérselo. - ¿A dónde vas? Cristian – le preguntó el pelirrojo. - No es obvio, voy a ver a mi cliente para inform
Regresando un poco en el tiempo…Tras acabar la comida, Roger llevó a su casa a su amada porque ella no debía hacer muchos esfuerzos en su estado actual.Una vez solo volvió a prender su teléfono asombrándose por la cantidad de mensajes y llamadas perdidas de Fabián… algo que lo confundió, porque su amigo sabía dónde estaba y que no debía molestarlo, por lo cual abrió uno de los mensajes para ver que ocurría y al leerlo se asustó, dejando su celular de lado y buscando regresar rápidamente a la empresa.El mensaje era: tú papá está aquí, regresa rápido.Obviamente esa era una mala señal, porque su padre no había ido a la empresa desde que le entregó la presidencia a menos de que algo malo estuviera pasando. Al llegar vio que ningún empleado le miraba a ver o lo saludaba, lo cual le enfadaba, pero no podía reaccionar porque lo más seguro es que eso fuera obra de su padre.Ignoró eso y avanzó a su oficina, mirando que su padre estaba haciendo trabajar a Fabián y estaba revisando los pen
- Wa… es un hermoso lugar – dijo Carolina.Débora también estaba asombrada al admirar el lugar a donde los llevó Jayden.- Había escuchado que este tipo de casas privadas son de otro mundo… y sí que lo son – indicó Cristian al ver las casas de alrededor, las cuales eran amplias, en el lugar se respiraba un ambiente familiar y desde la entrada hasta en las calles se miraba a varios guardias de seguridad cuidando el lugar.- Es lo que mi padre llama: hogares privados para ricos no tan ricos – bromeó Jayden – fue mi primer proyecto cuando tomé el cargo de presidencia; fue pensado para esa gente quisquillosa que es rica, pero no se siente cómoda en una gran mansión con sirvientes, aunque si quieren seguridad - explicó - a lo cual este sitio es para ellos porque es una casa que parece común, pero cuenta con un espacio privado, tienes vecinos cerca, algunos comercios y una estricta seguridad las 24 horas.- Sabes había escuchado ese concepto, aunque en la tele lo llaman las casas para los r
Débora sintió un ligero escalofrío, pero busco alejar esos pensamientos de su mente, porque ya nadie llegaría a gritarle.En eso se acercó al espejo que había en la sala, donde le sonrió a su reflejo.No tengas miedo Débora, este fue el primer paso para buscar tu propia felicidad – se dijo a sí misma.Después de mucho tiempo, al fin pudo dormir temprano por primera vez y no colocó su alarma porque ya no había nadie a quien atender.A la mañana siguiente, ella se levantó temprano asustándose un poco al verse en una habitación desconocida, pero en seguida se relajó al recordar que no era un sueño… en verdad dejó atrás ese departamento y a Roger.Bueno hoy es mi primer día en mi nueva vida – pensó sonriendo mientras salía de la cama para ir a bañarse.Al salir noto la poca ropa que poseía, la cual sinceramente ya estaba muy vieja y desgastada, por lo que pensó que si estaba por cambiar su vida, empezaría con su propia apariencia y guardarropa.Con ese plan en mente terminó de vestirse y