LA GUARDIANA DE UN MILLONARIO
LA GUARDIANA DE UN MILLONARIO
Por: Mary Lundh
Prólogo

LA GUARDIANA

Ser mujer nunca había sido tan ventajoso pensó, su trabajo era más fácil porque tenía busto y una sonrisa cálida, él hombre le miró de forma intimidatoria esperando que se asustara, según su papel actual, ella era una drogadicta que haría cualquier cosa para conseguir más heroína, incluso prostituir su cuerpo para obtener lo que quería más rápidamente, esperó que él diera el primer paso, él hombre era de mediana estatura y una constitución fuerte, esperaba que no se diera cuenta de su disfraz, a pesar de que todo a cierta distancia se veía bastante realista si alguien le tocaba en ciertas partes del cuerpo se daría cuenta de que todo era solo un simple camuflaje,  llevaba puesto un vestido holgado y una chaqueta vieja muy roída, el maquillaje le daba una apariencia frágil y anoréxica, fue todo lo que pudo improvisar en 16 horas, esta vez no había tenido tiempo suficiente para preparar un alias más convincente, debían que atrapar al jefe de esa banda a como diera lugar, ya no tenían tiempo, no sabían por dónde ingresaría la carga en la madrugada pero si esas armas llegaran a las calles muchas vidas serían arruinadas. Cambió de postura ligeramente para poder defenderse en caso de una amenaza, el ambiente apestaba a moho y restos de comida, era evidente que a nadie le preocupaba el aseo allí, quería dar la impresión de ser inofensiva así que se inclinó un poco más hacia adelante pareciendo accesible y un poco mareada, escuchó que él daba una risita irritante, creía ciegamente que tendría su cuerpo con la misma facilidad que se compraba unos cigarrillos, no podía creer que había caído en ese viejo truco pensó, ella le miró ansiosamente y preguntó:

  • ¿Tienes lo que necesito? — intentó parecer desesperada
  • Sí, lo tengo por aquí
  • ¡Dámelo! — exigió como una verdadera adicta
  • Sabes lo que quiero a cambio nena — advirtió acariciando con la mano derecha una pistola semiautomática que estaba en su cintura
  • Sí, y te lo daré en cuanto me des lo que necesito — insistió ella, él movió la cabeza en negativa y le sonrió maquiavélicamente

 Le complicaría más las cosas al parecer, el último había caído más fácil, hizo su jugada maestra para convencerlo, levantó un poco el vestido mugriento para mostrarle parte de los muslos desnudos y preguntó:

  • ¿Tanta prisa tienes?, pensé que te tomarías tu tiempo conmigo

 Él se acercó  más, ¡bingo! cayó en la trampa, el hombre estaba tan sorprendido por lo que ella hizo a continuación que empezó a tartamudear

  • ¿Cómo… tú…?
  • Ishhh — lo silenció presionando más el arma en su cabeza – yo que tu mantendría la boca cerrada, claro….a menos que no quieras seguir vivo
  • ¿Qué quieres maldita?
  • Tranquilo gatito… ahora tú y yo vamos a negociar

EL MILLONARIO

Cuando despertó esa mañana pensó que tendría un día muy productivo, tomó su desayuno en el hotel, nadó en la piscina, revisó sus emails y más tarde se preparó para su presentación, hoy era el evento de lanzamiento de un nuevo producto de la línea celulares de la marca “Hern” technology, todo estaba perfecto hasta que volvió del evento y las cosas se habían vuelto infernales

  • ¡Mierda! creo que está muerta — espetó al tomarle el pulso

El rostro de la joven se veía fantasmal, su cuerpo aún estaba tibio, ¿estaría realmente muerta?, levantó el cubre camas y miró el charco de sangre, la mujer parecía haber sido destrozada por un animal hambriento,  había revisado el resto de su cuerpo con la esperanza de que aún estuviese con vida pero luego de ver la cantidad de cortes comprendió lo ingenuo de su razonamiento, ahora estaba manchado con la sangre de una desconocida, no tenía idea de cómo ella llegó allí, cuando salió más temprano se aseguró de cerrar la puerta con la llave, tenía muchos documentos confidenciales sobre el escritorio, ¿qué diablos estaba pasando?, miró el reloj de la mesita, no se había ausentado por tanto tiempo, su evento solo duró dos horas, ¿qué habría pasado allí?, tomó el teléfono y llamó a recepción

  • Buenas tardes, soy Tomas Clark Henderson de la habitación 315
  • Buenas tardes ¿en qué puedo ayudarle señor?
  • Necesito que envíe al gerente inmediatamente a mi habitación
  • ¿Tiene algún inconveniente señor?
  • Nada en especial, pero necesito que la persona a cargo venga a verme
  • Si me indica su problema trataré de ayudarlo señor
  • No creo que usted pueda resolver mi problema — dijo molesto
  • Cualquiera que sea el inconveniente puede decirme y yo lo resolveré — le prometió
  • De acuerdo…. sucede que acabo de encontrar un cadáver en mi habitación
Mary Lundh

Actualizaciones de capítulos cada martes, muchas gracias por leer mis libros, si te ha gustado déjame una reseña Mil gracias Mary Lundh

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