El sonido de los pasos ahogados se mezclaba con la pesada respiración del príncipe con cada paso que daba; mientras se adentraba en una amplia sección del laberinto. La luz iba disminuyendo iluminando los muros verdes y el polvo suspendido en el aire, pronto comenzaría a caer el sol. El príncipe Macon, de porte imponente y mirada afilada, avanzaba con cuidado, su espada desenvainada y lista para cualquier ataque sorpresa.Pero no tuvo que esperar mucho.—¡Príncipe Macon! —la voz firme del duque Agus retumbó en el pasillo, llenándolo de autoridad y desafío.Macon giró con rapidez, su mirada clavándose en el hombre que emergía del otro extremo. Agus avanzó con pasos seguros, su propia espada desenfundada, el emblema de su casa reluciendo en su gabán. A diferencia de otros nobles que habían sucumbido a la desesperación del laberinto, él se veía tan sereno como un guerrero que ya había elegido su destino.—Agus… —dijo Macon con una mezcla de confusión y dureza—. ¿Qué estás haciendo?El du
Mientras en un lado Macon y Agus se enfrentaban sin máscaras, sin miedo y guiados por la avaricia y el hambre de poder, del otro lado del laberinto Brion y Oliver seguían su camino. Podían escuchas a algunos peleando a la distancia y también una que otra detonación, era seguro que el número de heridos sería bastante alto y no sería una sorpresa que alguien terminase perdiendo la vida. Sin embargo, eso no era algo que le importase a la familia real para nada, ellos sólo querían reestablecer su dominio sobre lo que creían que les pertenecía sólo por nacer con el apellido DuMartelle.El salón principal del castillo brillaba con un esplendor casi cegador. Las lámparas de cristal reflejaban su luz en los mármoles pulidos y las columnas doradas. Los asistentes, nobles de alto rango, aliados estratégicos y observadores internacionales, hablaban en voz baja mientras observaban las pantallas dispuestas en el lugar, que transmitían en vivo los avances de la Hoja de la Rosa.Aunque el ambiente p
—El perímetro está asegurado —dijo Audrey. Se acercó discretamente hasta quedar cerca de la mesa en la que se encontraba Daliah—. Mi gente y el FBI se posicionaron alrededor del castillo, nadie saldrás de acá hasta terminar.Ambas mantuvieron un aire de casualidad, cómo si no tuviesen nada que ver una con la otra y no estuvieran compartiendo detalles sobre la batalla que estaban enfrentando. Incluso si alguien pudiese verlas, podrían creer que simplemente hablaban de la competencia.Daliah le miró por encima del hombro por un momento y luego volvió la mirada a las pantallas.—Perfecto. Jax se adueñó de la sala de control y ahora tenemos ojos y oídos en todas partes —respondió en voz baja, cubriéndose con la copa—. No podemos permitir que las cabecillas de las demás células se reorganicen luego de acabar con la Gran Hidra o podrían venir por nosotros.—Ahora sólo necesitamos que Brion y Oliver salgan de ahí. Espero que sea pronto, tengo un mal presentimiento.La princesa no había queri
Agus bloqueó la espada del príncipe y con una patada lo empujó contra una columna cubierta de rosas. No perdió el tiempo y arremetió con una serie de golpes, para finalizar barriendo los pies de su oponente, Macon cayó con un ruido sordo y rodó por el suelo para evitar un pisotón en la cara. Se levantó de un salto y tacleó al duque hasta estamparlo contra un muro.—Debo decir que me sorprende lo bien que peleas —dijo Macon, su brazo presionando el pecho de Agus—. Demasiado viniendo de ti, asquerosa alimaña.—Oh, me halagas, pequeño príncipe. Pero esto es poco ante lo que puedo hacer —con un movimiento veloz retorció el brazo de su atacante y le asestó un golpe con la empuñadura en el rostro—. Una vez que me convierta en rey ustedes pasarán a ser historia porque me voy a asegurar de que no sobrevivan sin importar que tan lejos corran. Voy a quemar su maldita dinastía hasta los cimientos.Volvió a golpear con la empuñadura una y otra vez, sin piedad y dominado por el odio como si eso fu
Cuando las espadas de Agus y Brion chocaron de nuevo, una más se sumó y el príncipe fue lanzado contra un muro de una patada.—¿Habría problema si me uno? —inquirió Zadriel, confiado y altivo. Su espada resplandeciendo y con algunas manchas de sangre, dando a entender que también tuvo enfrentamientos antes.No necesitó respuesta alguna, en in instante se atacaron entre ellos, aunque el duque Zadriel no comprendía los motivos que tendría Agus para alzarse contra su persona, sin embargo, no es algo que le llamase demasiado su atención. Agus no era más que un estorbo, un cuerpo herido que se movía por mero impulso irracional y lo que le interesaba a Zadriel era deshacerse del maldito Brion.Sin darse cuenta la noche cayó y la batalla terminó llevándolos hasta el eje central del laberinto, ahí las banderas ondeaban en las paredes, esperando ser llevaban hasta la asta para levantarla por encima de todas las demás. Oliver tenía presente que difícilmente podrían salir de ahí sin que alguno m
El estallido de fuego fue tan potente que agitó el suelo bajo los pies de los presentes en el castillo, los invitados gritaron aterrorizados mientras que ante sus ojos una enorme columna de humo y llamas se alzó. Las cámaras dejaron de transmitir a causa de la bomba que las alcanzó y destrozó. En un instante la conmoción se apoderó del salón principal, algunos quisieron salir huyendo, sin embargo, la guardia se los impidió.Seniah sintió que aliento se le escapaba de los pulmones y sus ojos se cristalizaron por las lágrimas acumuladas, no había manera de saber qué ocurrió o si su sobrino seguía con vida. La explosión fue tan grande que la onda expansiva incluso despedazó cristales en el lugar. A su lado Clarisse ahogó un grito de horror mientras era cubierta por Jeremy y Patrice, el miedo se apoderó de ella y de inmediato comenzó a pensar en el peor de los escenarios.—Brion… —susurró, el labio temblando y los ojos fijos en la lejanía, en donde el fuego comenzaba a extenderse para dev
El salón principal permanecía en un tenso silencio, roto únicamente por el llanto apagado de algunos nobles y el murmullo de conversaciones nerviosas entre los demás invitados. El cuerpo de seguridad fue el encargado de rescatar a los demás participantes, por lo que en cuestión de tiempo todos estuvieron a salvo en el salón mientras eran atendidos por el equipo médico del castillo.La explosión en el laberinto fue bastante grande, pero gracias a sus rápidos reflejos todos sólo resultaron con algunas heridas simplemente, aunque Zadriel era quién más daño sufrió. Su brazo izquierdo y parte de su pecho terminaron con varias quemaduras que ahora cubrían las vendas.Para el duque el dolor había sido amedrentador, por lo que requirió una importante dosis de anestésicos locales para lograr resistir durante el resto de la festividad, pero Carmina permaneció a su lado en todo momento. Se había asegurado de que su esposo se viera presentable, dando órdenes a los asistentes médicos que limpiaran
Clarisse no sentía que el mundo se desmoronaba, que toda esperanza de un final feliz de una familia con aquel hombre tan intenso, arrogante, dominante y cariñoso, nunca sería posible. Se abrazó a sí misma, su vientre se sintió vacío porque sus hijos no se movían en su interior y se acercó con pasos temblorosos. Extendió la mano, aunque fue incapaz de tocarlo, no sentía que era lo correcto y es que el verlo ahí tendido la deshacía dolorosamente y con cada paso que daba el aliento se le escapaba.Él estaba…«No. Claro que no puede ser verdad, es Brion. Él no se iría, no cuando luchaba por su familia, sus amigos, por sus hijos, por ella y por él mismo. No habría manera de creer que Brion podría ser vencido así nada más, Brion no perdería», se dijo a sí misma, negándose a lo que sus ojos estaban atestiguando.Escuchar el llanto de Seniah era lo que más le afectaba, ella había perdido al hombre que era cómo su hijo, su mayor orgullo y una parte esencial de su vida. Y Daliah, cuando descubr