CAPÍTULO 5

—  Lo siento —, murmura Emil, extendiendo una mano para ayudarla a estabilizarse del tropiezo. 

Su voz es suave y llena de sorpresa al reconocer a Vanessa.

Vanessa acepta la ayuda de Emil, sintiendo la electricidad en el aire entre ellos. — No, fui yo quien no miró por dónde iba —, responde con voz temblorosa, sintiendo la intensidad de la mirada de Emil, una parte de ella deseando que el chico no la reconozca.

Un silencio incómodo se cierne entre ellos, cargado de las emociones no dichas que cada uno se encuentra experimentando. 

Vanessa se siente atrapada, el torbellino de sentimientos que siente se vuelven aún mayores. 

Por su parte, la mirada de Emil no disimula el placer que siente de haber encontrado a la pelinegra en ese lugar tan poco probable.

Emil rompe el silencio primero, una leve sonrisa haciéndose presente en sus labios. — Parece que nos encontramos de nuevo.

Vanessa asiente automáticamente, pero el saber que el desconocido la reconoce, solo hace crecer más el nudo en su garganta. 

En ese momento, los sonidos de pasos se acercan desde el otro extremo del vivero, y la abuela Irina aparece entre las plantas, una sonrisa cálida y casi cómplice ante la imagen que se presenta ante ella y que implica a su nieta y al joven desconocido. 

— Ah, querida, qué sorpresa verte aquí —, exclama, manteniendo su mirada fija en los dos menores.

Vanessa, no sabe cómo sentirse en primer lugar sobre la presencia de su abuela, pero cuando se recompone del todo, se aparta de Emil para acercarse a su abuela y abrazarla con fuerza.

— ¡Abuela! — exclama mientras da pasos hacia ella. — Mamá te está buscando —, dice mientras i***a a la mayor a caminar a la salida del vivero dejando a Emil tras de ellas mientras salen del lugar.

— ¿Abuela? — es la murmurada duda de Emil mientras mantiene una suave sonrisa al ver salir a las dos mujeres del vivero. 

Según la conversación que acababa de tener con Arseniu, al hombre le estaba costando un poco encontrar información sobre la mujer dado a que su nombre no figuraba en ninguna de las listas de invitados de la fiesta, de lo que encontró, al parecer era una colada por lo que necesitaría unos días más para poder conseguir la información personal completa de la mujer. es bueno saber que no tendría que esperar tanto, y que por el momento, la chica no volvería a perderse de su vista con tanta facilidad.

“Dame toda la información que encuentres de la familia Iacobescu , la necesito en menos de tres horas.” 

Cuando termina de enviar el mensaje, guarda su celular y camina a la salida del vivero. Es hora de conocer a su prometida.

— ¡¿Cómo que está aquí?! — Radu, sorprendido observa a Vanessa mientras ella da vueltas por el patio de la cocina, pero ante las escandalosas palabras de su mejor amigo le dedicó una mirada asesina. 

— Baja la voz —, se apresura a decir mientras se acerca a Radu y le lleva más lejos de la puerta trasera de la cocina. — Está en el vivero, ¿Sabes lo que eso significa? 

— Sí, que te acostaste con el prometido de tu hermana. — Suelta sin reparo.

Vanessa no puede evitar dar un puñetazo en el del rubio ante su indiscreción.

— Eres un amigo de m****a, en estos momentos necesito que me ayudes a encontrar una solución, no a que empeores las cosas. — Dándole la espalda a Radu, Vanessa camina hasta dejarse caer en el columpio del patio. — Estoy jodida, no hay forma de arreglar nada de esto.

— ¿De arreglar qué? — pregunta Tatiana mientras entra al patio con una marcada sonrisa y se acerca a su hermana y al rubio. 

Ambos amigos se miraron con nerviosismo y es Radu quien se acerca a Tatiana y la abraza por el hombro.

— Bueno, Vanessa confundió unos documentos que debe entregar su jefe mañana y no hay como arreglarlo. — Dice mientras acerca a la menor un poco más hacia él.

Si Vanessa se hubiera fijado un poco más, habría notado el fuerte sonrojo que invadía las mejillas de su hermana, y si Radu no hubiese estado tan centrado en ver a su mejor amiga, hubiese podido notar la ilusión en la mirada de Tatiana.

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— Entonces, ¿palabra de gitano? — pregunta el padre de Emil mientras se pone de pie y extiende su mano hacia el patriarca de la familia Iacobescu.

— ¡Palabra de gitano! — Es la respuesta de Nicolau al tomar la mano de Xavier, un gesto que termina de sellar el pacto entre ellos y el compromiso de sus hijos.

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— Tatiana, Vanessa ¡rápido! — son las palabras de la tía al entrar en el jardín. — Su padre ya cerró el trato, el compromiso de Tatiana está seguro.

Esas palabras captan la atención de los tres ocupantes del patio.

Viéndose fijamente, las hermanas se dan una sonrisa mutua. Tatiana es la primera en levantarse e ir con su tía para luego entrar en la casa y ser recibida por aplausos y las felicitaciones de todos.

*

Emil entró en la casa cuando su padre le avisándole que el compromiso estaba concretado. Dando un profundo suspiró, tomó las flores que estaban en el auto y se preparó para entrar a conocer mejor a su prometida, al final de todo, tal vez no sería tan malo.

Cuando Emil entró en la casa, el ambiente de la familia es de celebración y alegría, todos aplauden y cantan mientras rodean a dos mujeres, Emil reconoce a una de ella como su ya no tan desconocida, escurridiza compañera de cama, la otra es una chica con un parecido razonable, pero si se fija bien, puede ver que, aunque linda, no despierta su interés como si lo hace la pelinegra.

Ante su presencia, los aplausos y cantos se detienen por un momento y todos fijan su mirada en él. Xavier se apresura en acercarse a su hijo y llevándole cerca de las dos mujeres, se prepara para hablar.

— Es un honor para mí, que mi hijo se una a una familia como esta, que su futura esposa sea una gitana honrada.

Extendiendo su mano hacia las dos mujeres, Tatiana mira emocionada a su hermana para luego acercarse a su futuro suegro y tomar su mano.

Emil tarda un momento en procesar lo que está pasando, al entrar a la casa y ver que aquella chica que tomó la mano la mano de su padre y la pelinegra eran las que estaban rodeadas por todos, pensó que sería la pelinegra quien sería su prometida, pero, al parecer, el destino sigue burlándose de él.

Xavier acerca a Tatiana a Emil y de inmediato la peli castaña se muestra tímida y sonrojada al estar junto al apuesto hombre. Sin dejar notar sus dudas, Emil le entrega las rosas y esta las toma dándole un suave agradecimiento.

— Bienvenido a la familia, Emil. — Son las palabras de Nicolau al acercarse y estrechar su mano. — Espero que hagas muy feliz a mi hija.

— Lo haré. — Responde totalmente convencido, solo que du mirada no está en Tatiana ni en Nicolau, su mirada está en la pelinegra. — Seré un buen esposo para ella.

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