Capítulo 02

Parecía enfadado.

—¿Todo está bien?—pregunté después de una hora en silencio.

—No es nada—dejó la cena a medio terminar y se levantó de su lugar,dejándome cenando sólo.

Después de limpiar y algo cansado caminé hasta la habitación y fue cuando lo escuché,no estaba sorprendido,tampoco enojado,era más bien un dolor tan fuerte que no dejaba salir a mis emociones de ese momento,estaba parado a sus espaldas,como a unos tres o cuatro pasos lejos de él,por lo tanto estaba seguro de que no escuché mal.

—Sí,lo siento—agitó su cabello—Yo también te amo Tomy—el dolor era cada vez peor,pude sentir como si me apuñalaran una y otra vez directo al corazón.

Colgó la llamada y se dió la vuelta con una sonrisa que desapareció al verme.

—Et-Ethan—¿por qué la tartamudez? ¿Lo asusté por aparecer de la nada? o ¿estaba nervioso por qué escuché con claridad sus palabras?.

—Por eso no volvias a casa—dije en un hilo de voz bajando la mirada.

—Cariño yo...—mi primera lágrima cayó y él se acercó con cuidado.

—Lo sabía—más lágrimas comenzaron a caer—La forma en la que lo miras,eso no es actuación,lo sé, porque así me mirabas a mí—susurre,mordí mi labio inferior y enfrenté su mirada.

Solo podía ver brillar la culpa en sus ojos y eso me dolía aún más,sentía como poco a poco mi corazón se hacía pequeños trozos,traté de sonreír aún con las lágrimas rodando por mis mejillas.

—Creí ser lo más importante para tí,pero me doy cuenta de que ya no soy suficiente—Liam negó.

—Eres lo más importante para mí—trató de acariciar mi mejilla pero me alejé.

—Dime la verdad—limpie mis lágrimas con algo de brusquedad con la manga de mi abrigo—No me mientas más—las malditas seguían rodando por mis mejillas.

De seguro me veía patético.

—Yo...—Tomó mis brazos con cuidado al ver que no dejaba de limpiar mi rostro con rudeza—Te lastimas,detente—sus brazos me rodearon.

—¿Por qué?—pregunté en un hilo de voz,apenas entendible.

—Lo siento—Me abrazó con más fuerza al ver mis intenciones de alejarme—Lo siento,cariño—sentía mi pecho arder,quería que me soltara,alejarme de él.

—Sue-ltame—los hipidos no dejaban de molestar en cuanto abría mi boca—Por-Por favor—golpeaba su pecho ya sin fuerzas.

—Ethan,en verdad eres lo más importante en mi vida—tomó mis mejillas y nuestros ojos se encontraron—Me enamoré de él sin darme cuenta—cerré mis ojos llorando.

Me estaba matando.

Matando a mi pobre corazón.

Ahora iba a tener algo que jamás creí tener a su lado, un corazón roto.

-.-.-.-.-

—Me gustas—sus mejillas rojas y sus ojos brillantes hicieron que mi mente se nublara.

De un momento a otro estaba a centímetros de su boca,con el corazón a mil kilómetros por hora,con la mente en blanco y con la vista en esos carnosos labios,olvidando todo por completo,olvidando a mi esposo y todos los años a su lado.

Me separé con rapidez cuando la cara de Ethan con su enorme sonrisa apareció en mi cabeza,la culpa invadió mi ser y la cara de confusión del chico frente a mí apareció.

—Lo siento—me disculpé enseguida y los ojos tristes de mi compañero hicieron sentirme peor.—Yo...Em—mi cuerpo actuó por si solo y volví a unir nuestros labios.

. . .

Sabía que lo que hacía estaba mal,y aún sabiendo el daño que les estaba haciendo continúe,no pude alejarme de Tomás y dejé de darle atención a Ethan,dejé a la persona más importante de lado por un chico que apareció de la nada y puso mi vida de cabeza,me estoy volviendo loco.

Abrí la puerta de casa,esperando ver a mi pequeño Ethan leyendo uno de sus típicos libros,pero me extrañé al ver que no había nadie esperando por mí,me quité el abrigo y caminé hasta la cocina a paso rápido,preocupado casí corrí hasta el dormitorio y al verlo dormir abrazado a su almohada respire tranquilo.

Hace un par de días se supo la verdad,me enfrentó lleno de tristeza,me rompió el alma verlo así,no podía creer el daño que le había causado a lo que se supone era la persona más importante en mi vida,me maldigo a cada segundo por hacerlo sufrir,Ethan es un Ángel que no merezco,que nunca debió amarme. Por mi culpa siempre a estado escondido,en este lujoso edificio creí que estaría bien que nada le faltaría pero no podía estar más equivocado.

Le hacía falta amor, un amor genuino y activo. No un amor como el mío,no un amor que no lo dejaba gritar a los cuatro vientos lo mucho que me amaba,soy un idiota total por no ver el daño que le causé incluso antes de que él apareciera.

Él.

Tomás es un niño dulce,es un ser de luz y yo le mentí,le oculte la verdad sobre Ethan,lo único que hago bien es engañar a seres inocentes con mi ágil forma de mentir.

Yo no sé cuando comencé a sentir cosas por Tomy,tal vez desde el primer momento en que lo ví,tal vez la primera vez que lo besé en una de las tantas escenas de amor que hemos protagonizado,tal vez simplemente caí enredado en su sonrisa o en esos ojos negros que hacen que olvide todo.

Yo sé que nada de esto está bién,que si sé que estoy enamorado de Tomás debo dejar ir a Ethan pero no puedo,él es especial,es esa persona que con solo su presencia hace que me sienta el ser más feliz del universo,Ethan es todo en mi vida,no quiero hacerlo sufrir pero tampoco quiero alejarme de ese chico que ronda mi mente a todas horas.

Dios mío,estoy volviendome loco.

¿Qué hago? ¿Como hago para ya no hacerles daño?.

Me acerqué al pequeño cachetón que descansaba con tranquilidad abrazando su almohada,retiré un mechón de cabello de su carita,la típica escena cliché de los dramas ¿no? si yo ahora me acerco a besarlo se despierta y si le digo mis pensamientos me contestará,ojalá todo se solucionara de esa forma mágica como en esos libros que tanto ama.

—Estuviste llorando,de nuevo—los rastros de lágrimas en su rostro me hacían sentir la peor de las escorias.—Siete años juntos cariño y los tiré por la borda sin importarme nada,me enamoré por completo sin pensar en tí o en nuestro tiempo juntos—la primera lágrima cayó—Ethan,solo dime que me vaya,que no quieres verme—me acosté a su lado rodeando su cintura con mi brazo—odiarme no te debería ser tan difícil—y una vez más estaba lastimando su corazón.

—No puedo odiarte porque te amo demasiado—su voz ronca y apenas audible me hizo levantarme de un salto.—Para tí es fácil decirlo,no me amas,deberías solo tomar tus cosas e irte—se sentó en su lugar sin levantar la mirada.—No tienes que estar aquí conmigo solo por lástima,—estaba llorando,veía como una tras otra las lágrimas caían sobre sus manos entrelazadas en su regazo—o simplemente puedo irme,después de todo este apartamento lo compraste tú—con rapidez trató de pararse y salir de esa habitación,pero lo detuve tomando uno de sus brazos.

—Sabes lo que eres para mí—nuestros ojos se encontraron y fue como si me hubieran dado una puñalada directo al corazón.

Sus bonitos y grandes ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar,apagados y sin brillo,las lágrimas no dejaban de salir de ellos y no hice más que abrazarlo. Era un maldito egoísta,lo veía sufrir de esa forma y aún así me aferraba a tenerlo conmigo,a no dejarlo ir y que alguien más lo hiciera feliz como en verdad se merecía.

—No es tu culpa—susurró.

Lo miré confundido.

—No es tu culpa,uno no elige de quién enamorarse—secó sin cuidado sus lágrimas—Sucedió y ya—se alejó de mí y caminó hasta el enorme armario—Yo...—tomó su maleta y la abrió sobre la cama.

—No te vayas—dije con voz temblorosa.

Me miró,parecía dificíl soltar las palabras.

—Quiero el divorcio—y sentí como mi mundo empezaba a caer.—No tienes que seguir atado a mí,me iré y dejaré su camino libre—comenzó a guardar su ropa y entré en pánico.

¿Que estoy haciendo? ¿Lo dejaré ir así como así?.

—me acerqué a él—No quiero que te vayas,no me dejes—eres un maldito Liam Thompson,un maldito.

—¿Quieres que me quede a tu lado sufriendo mientras eres feliz con él? ¿quieres que te vea todos los días como si nada hubiera pasado? Dime Liam ¿Quieres que haga de cuenta que me amas?—la rabia y tristeza hacían una mezcla en sus ojos que destrozaron a mi corazón.

—Lo siento—bajé la mirada—Soy un maldito egoísta,un idiota que no imagina una vida en la cuál no estas—las lágrimas no dejaban de rodar por mis mejillas—Un idiota que se enamoró sin pararse a pensar en el daño que eso te causaría—lo miré y él negó—Ya no llores,te lo suplico Ethan,no llores—tomé su carita en mis manos y él trató de soltarse.

—Estaré bien—cerró sus ojos—Solo espero que seas feliz—se soltó de mí y cerró su maleta—No preguntes por mí,no me llames,no me busques—tomó aire—enviaré los papeles del divorcio en cuanto los tenga,para que los firmes—y salió de la habitación.

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