Ante las palabras de Zeth, Anna dejó de luchar con las sábanas y se congeló en su lugar.― ¿Qué has dicho? ―preguntó con la voz temblorosa―Que los hombres de Arioch están demasiado cerca Anna ―― ¿Los descubrieron? ―preguntó la joven tomando su bata en el acto―Aún no, envié a Dante y a Svein para que los mantengan alejados, pero con Tabatha ahí, no sé cuánto tiempo tenemos ―dijo un ansioso Zeth ―Escucha Anna, no quería preocuparte, pero necesito que vengas conmigo para que hables con ellos por medio del enlace ――Vale, vamos entonces ―dijo Anna poniéndose unas zapatillas afelpadas con forma de vaca― ¿En serio? ¿En pijama? ―preguntó Zeth arqueando una ceja― ¿Quieres que me cambie? ――No, aunque sólo me preocupo por la imagen de la futura reina ―masculló Zeth con una débil sonrisa antes de tirar de la mano de la joven hacia la salida de la habitación― ¿Ya tienes un plan? ――Se podría decir, aún no está completo ―― ¿Por qué pareces tan calmado? ―preguntó Anna frunciendo el ceño―No
Sin darle tiempo a asimilar la situación, Zeth avanzó un par de pasos y se colocó frente al hombre, el cual, clavó sus ojos en los suyos.―Entonces, ¿qué dices Al? ¿Ayudarás a la familia real? ―le preguntó con seriedad, sin embargo, el hombre no respondióY es que, ante la presencia de su rey, Al no podía gesticular palabra alguna, sobre todo, porque el propio Máximus había clavado sus ojos en él.―Sí ―dijo débilmente avanzando lentamente hacia Máximus― ¿Al? ―lo llamó Armin―Lo haré ―dijo Al con voz más alta antes de arrodillarse frente a su rey antes de mostrarle su cuello en señal de sumisión ―Haré lo que sea por usted, majestad ―Ante su respuesta y su muestra de respeto, todos suspiraron aliviados, incluso, el propio Máximus, quien soltó a Anna y se acercó a Al, quien no se movía.―Te recuerdo, Alphonse Dalaras ―dijo Máximus ayudándolo a ponerse de pie ―Cuando eras un adolescente, solías ir a pescar con tu padre a los muelles, incluso, recuerdo que, cuando Alastor tenía seis años
―Esto es lo último ―le dijo Byron a Gael―Vale, entonces sal de ahí musculitos, tengo que sellar este portal a la antigua para no dejar rastros, aunque dudo que encuentren el refugio ―dijo Gael tomando la caja más pequeña de los brazos de ByronAnte su comportamiento, el lobo rodó los ojos y entró a la cafetería mientras que Gael, tras dejar la caja en el suelo, cerró la puerta y colocó sus dos manos frente a ella antes de comenzar a murmurar palabras que nadie entendió.― ¿Así es como funcionan los portales? ―le preguntó Anna a Emmet―Básicamente ―respondió Emmet, quien ahora, parecía mucho más relajado―Vale, ¿y ahora que sigue? ―le preguntó Gael a Zeth antes de recuperar su caja―Tú y Emmet se irán a Aeris, ya me encargué de que les prepararan una casa, donde les será más fácil moverse, pues allí, la misma gente cuidará de ustedes ―explicó Zeth―Ah, me encanta la idea ―dijo Gael alegremente ―Así podré chismorrear con la preciosa Hana ―― ¿Qué hay del rey? ―preguntó Byron ― ¿Y del j
Ante la declaración del taxista, Máximus y Ragnar clavaron sus ojos en él.Mientras que el antiguo mayor mostraba confusión, el rey parecía divertido.― ¿Pensaban que mi secuestrador iba a capturarme para después dejarme libre? ―preguntó Máximus arqueando una ceja ― ¿Cuál habría sido el punto de secuestrarme? ――Pues que usted volviera a gobernar, ¿qué más? ―respondió Al con una sonrisa ―Por favor majestad, en esta isla, no hay absolutamente nadie que quiera hacerle daño ―― ¿Ni si quiera el nuevo ejército? ―preguntó Máximus al ver como una joven pareja, era empujada por unos soldados, los cuales se transformaron en enormes lobos antes de echar a correr en la dirección que llevaba al bosque adyacente a la zona exclusiva“Tal vez ya han encontrado la finca” ―pensó Máximus al ver que más lobos se apresuraban a seguirlos―Ellos no se atreverían a enfrentarlo majestad ―dijo Al con firmeza ―Después de todo, usted sigue siendo el rey licántropo, ¿qué podrían hacer esos simples lobos? ―pregu
A diferencia de Arcanis, Arzeth se mostraba más alegre. La gente y los lobos aún iban y venían por las callejuelas.A diferencia de la ciudad, algunas tiendas aún se mantenían abiertas, e incluso, varias de ellas aún estaban bastante abarrotadas. Mientras que, por el malecón, aún podían verse algunas familias paseando tranquilamente.―Esta paz se la debemos a usted, mayor ―dijo Al alegremente ―Su cuidado y amor por nuestro pequeño pueblo, fue transmitido a todos sus hombres, los cuales, no permiten que los soldados de su excelencia pongan una sola pata aquí ―dijo con orgulloAnte sus palabras, Ragnar no pudo más que sonreír.―Muchas gracias por cuidarnos mayor ――No me agradezcas Al, después de todo, yo nací en Arzeth, era mi deber proteger mi hogar ―dijo Ragnar ―Creo que, a quien deberías agradecer, es al rey, fue él quien me permitió elegir mi base ――Yo sólo te di un permiso Ragnar, tú hiciste todo lo demás ―dijo Máximus sonriendo ampliamente ante la imagen de una familia, la cual,
―Oh, claro, el mayor Svein, no hay duda de que todo su esfuerzo por seguir los pasos de su hermano ha rendido sus frutos ―dijo Al con orgullo ―Él nos ha cuidado igual de bien que el mayor Ragnar ―dijo antes de abrir la puerta de la casa ―Después de usted majestad ――Gracias ――Espero que sea de su agrado, no es el palacio, pero, es un lugar cómodo ―dijo Al encendiendo las luces del lugar―Si te soy honesto Alphonse, justo ahora prefiero estar en cualquier lugar excepto en el palacio, si no fuera por todo lo que tengo que hacer, me quedaría en mi finca… ――Majestad, ¿realmente fue su hermano el responsable de su desaparición? ―preguntó Al con cautela―Sí ―respondió Máximus con un suspiro ―Aunque, no toda la culpa debería recaer en él, Samael Mendel ha tenido mucho que ver en el comportamiento de mi hermano ―― ¿Usted cree? ―preguntó Al algo incrédulo―Mi hermano siempre fue reservado, pero nunca fue malo ―dijo Máximus con honestidad ―He comenzado a pensar, que mi hermano no pidió nada
Habían pasado ya dos días desde que los hombres de Arioch habían encontrado la finca de Máximus y del ataque hacia Anna. Durante aquellos días, Arioch y Mendel habían estado de pésimo humor.El primero, estaba furioso debido al fracaso de los soldados, quienes, tras un mes entero de recorrer la isla de cabeza a punta, no habían encontrado nada todavía, ni siquiera, con la ayuda de Tabatha.Sumado a eso, la información sobre la visita a Interlunio de algunos alfas para presenciar el nombramiento oficial de Zeth como futuro rey, se había corrido como la pólvora, lo que había generado rumores de que cierto grupo rebelde, estaba planeando manifestarse frente al palacio, lo que, evidentemente, tenía de los nervios al consejero, quien, a esas alturas, tenía demasiado entre las manos.El segundo, estaba furioso debido a la incompetencia de su hermana, quien había jurado haber percibido altos niveles de residuos de magia en los alrededores de aquella famosa finca. Sin embargo, al encontrar aq
―De acuerdo, ahora, háblame de los vigilantes de sus escoltas ―pidió Arioch―El encargado de guiar y vigilar a las escoltas de los Alfas Argenis y Estefan, será el propio Svein, mientras que, a los hombres de los alfas Cole y Rayner, será el capitán Leben ―― ¿Aidée ya preparó todo? ―preguntó Arioch dejando su bolígrafo sobre su escritorio ― ¿Entonces está todo listo? ―preguntó al ver a Zeth asentir―Por supuesto padre, sin embargo, me gustaría pedirte que dejes de aterrorizar a las nuevas criadas de Aidée, honestamente, creo que ellas harían mejor su trabajo si no tuvieran que preocuparse del si serán reprendidas por cometer algún tipo de error ―dijo Zeth soltando un suspiro ―Son nuevas, apenas se acostumbran a la vida en este lugar y no todas tienen el carácter fuerte de Anya ―gruñó suavemente ―Además, el rumor de tu mal humor se ha extendido por toda la isla, lo que sólo ha complicado el trabajo de Aidée para encontrar a nuevas criadas que quieran trabajar contigo ――Puede que teng