Capítulo 2

—Lo siento, esto ha sido un error tengo que irme, yo no soy este tipo de mujer, deben haber sido los tragos, no estoy acostumbrada a beber. —dije desorientada.

Salí del lugar corriendo, con la ropa mal puesta y los zapatos en las manos, no había mucha gente solo el personal de aseo que me mostraron la salida, estaba tan avergonzada.

«Juro que las matare, no se ni porque les hice caso».

—Les juro que las voy a matar, me dejaron sola en ese lugar y hecho una estupidez. — reproche al llamarlas—. Tomare un taxi iré a casa y las llamaré de nuevo cuando salga del trabajo para contarles. —añadí irritada.

—Amiga estás loca como te vas a ir a trabajar, no podrías solo tomarte el día, eres tú propia jefe, un día que faltes al trabajo no te hará perder la vida. —dijo Claudia tratando de persuadirme.

—No por ser mi propia jefa debo dejar de lado mis obligaciones, ahora dime porque me dejaron sola en ese lugar. —reclamé.

—Te dejamos sola porque pedí permiso para ir a buscarte y te vi dormida en los brazos del striper, no quise despertarte la idea era que la pasarás bien y por lo que veo eso fue lo que sucedió —inquirió Claudia —amiga te dejo estoy muriendo de sueño y tengo que ir por mi hija donde los abuelos más tarde, te quiero, además ya sabes cómo se pone Joaquín cuando se entera de que ando en estos planes, debo ser una madre responsable. —añadió Claudia somnolienta.

Llegué a casa me duché bebí un café y me fuí a la oficina, intentaba trabajar y concentrarme, pero no podía sacarme a ese joven de la cabeza.

«Concéntrate Mariam, no puedes estar pensando en un jovencito, fue un error una cosa de una noche que no debió haber sucedido, es un adolescente, no puedes pensar en él como si fuera un hombre con el que puedes tener algo, no puedes, métete eso en la cabeza y ponte a trabajar, que tienes mucho trabajo retrasado, no debí hacerles caso a estas tontas, que lío el que tengo ahora».

¿De verdad le habré gustado? —me pregunté —¡oh DIOS! la manera en que me hizo sentir,  me sentí amada, nunca antes había tenido orgasmos, sino los que me provocaba por mi cuenta, no había sido una mujer de muchas experiencias sexuales debido a los razonamientos de mi madre, porque me haces esto ahora, no soy una adolescente como puedo estar pensando así.

La secretaria me avisó que tenía una llamada.

—Hola buenas tardes —saludé—. Se comunica con la abogada Mariam Báez, ¿Con quién tengo el gusto y como puedo ayudarle? —pregunté.

—Hola bonita —saludó —soy Kaleth o Scorpion por si no recuerdas mi nombre real, quería saludarte y saber cómo es...

Corté la llamada y ordene a la secretaria no pasarme llamadas de ninguna persona llamada Scorpion, le di sus nombres y apellidos reales para evitar que me contactara.

Más tarde estando en casa llame a mis amigas y les conté lo sucedido, me invitaron a un café para el día siguiente.

Ese día hablamos de todo lo que pasó, ellas me aconsejaron buscar al chico y pasarla bien, por el contrario Lidia al igual que yo creía que era una pésima idea.

Teníamos razón, no podía estar pensando de esa manera, no soy una adolescente y tengo que comportarme como la mujer que soy, que dirían mis padres, ¡santo Dios!, no quiero ni imaginar.

—Estoy de acuerdo en que te diviertas, pero amiga estoy segura de que ese solo quiere tu dinero le dijiste que eres abogada judicial y vio la oportunidad perfecta, que se puede esperar de un Stripper solo está buscando dinero, yo que tú tendría cuidado. —aconsejo Lidia desconfiada.

—No hay nada de malo en eso, es su trabajo, pero tú eres quien decide, solo vuelve a verlo y disfruta no tienes que pagarle si no quieres, cuando el vea que solo te estás divirtiendo se alejara si lo que busca es usarte para ganar dinero. —aseguro Martha.

—Yo estoy de acuerdo contigo Martha —dijo Claudia —si te ha hecho sentir viva y lo disfrutaste tanto puedes volver a verlo las veces que desees sin que sea un compromiso, solo déjale claro lo que deseas, pueden divertirse disfrutar uno del otro. —añadió —estoy segura que ese no tendrá problemas, estos jóvenes de hoy en día solo piensan en una cosa "sexo"  así que será muy fácil para ambos, si no se involucran sentimentalmente, es la excusa perfecta para ir al lugar de nuevo.

—¿que les parece si vamos el sábado? —preguntó Martha —él te ha estado llamando no le contestes, dale la sorpresa, iremos, si lo vez con otra ya sabes lo que significa, que es igual a todos y solo busca dinero.

Los días pasaron y me sentía como una adolescente estúpida, deseaba tanto verlo no había intentado volver a comunicarse. No podía dejar de pensar en esa noche, el como me había hecho sentir.

Entre la rutina y el trabajo llegó el sábado al igual que la otra vez, mis amigas se encargaron de vestirme y maquillarme, no estaba acostumbrada a hacerlo, solía ser una mujer muy culta, con el vestido que me hicieron usar me sentía un tanto incómoda, pero había que reconocer que me iba bien lo que estaba usando. Llegamos al lugar y están bailando mis amigas al igual que el resto allí enloquecieron, yo bebí un cóctel y me senté a esperar ellos usaban disfraces no podía reconocer a Scorpion.

Se acerco uno de ellos y supuse que era Scorpion comencé hablar con él a decirle los motivos por los cuales estaba ahí, supe que estaba equivocada cuando lo escuché hablar desde otro ángulo.

—¡Ey Mariam!, viniste de nuevo y veo que tienes nuevo amigo. —dijo Scorpion celoso.

—Venus nos podrías dejar a solas, por favor y gracias amigo. —pidió Scorpion a su compañero.

—Por cierto, no olvides que debes hacer el show de la señora Rosa, ella te ha solicitado especialmente a ti.—le recordó Scorpion.

—Hola —saludé —lo siento, pensé que eras tú, no podría reconocerte con ese disfraz, parece que todos aquí lucen igual.—justifique avergonzada.

—Es una pena saber que no he sido lo suficientemente especial para haberte fijado en algo para poder identificarme, claro como a alguien como tú podría importarle alguien como yo, descuida es una broma. —dijo Scorpion.

—Descuida, presentí que bromeabas.

—¿Como estas Mariam? —preguntó amable Scorpion —por cierto, discúlpame por haber estado llamando, no quería parecer un acosador, pero me has dejado flechado, me gustas muchísimo Mariam. —afirmó —¿viniste para verme o te quedó gustando el lugar?

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